Islamistas

   La detención de estos presuntos islamistas en Ceuta me sugiere una reflexión algo melancólica: ¿Por qué nos hemos vuelto incapaces de enjuiciar cualquier episodio relacionado con los fundamentalistas islámicos, dejando al margen los atentados del 11 de marzo de 2004 en Madrid?

   Todas las personas con las que he hablado sobre las detenciones de Ceuta han hecho referencia a la condición islamista de los autores de aquella matanza, bien sea para decirme implícitamente: ¿Lo ves?, como para lamentar el crecimiento de este tipo de musulmanes, vedadero peligro para la convivencia pacífica en cualquier lugar del planeta que no esté sometido a su despotismo.

   Pienso que esta especie de virus paralizante del discurso racional puede actuar, y actúa, como consecuencia de que la investigación de lo ocurrido en Atocha y Vallecas aquella mañana terrible se ha cerrado en falso, si es que se ha cerrado de alguna manera. Son tantos los cabos sueltos, es tan contradictorio el comportamiento del Gobierno con los fundamentalistas islámicos después de aquello, que no resulta fácil expulsar de la cabeza la pregunta del millón de dólares: ¿Fueron, de verdad, islamistas fanáticos los últimos responsables de la matanza, o fueron simples ejecutores de los designios de otros?