Masivo desembarco de empresas españolas en Chile

Estas acciones empresariales son independientes y ajenas a la Cumbre Iberoamericana de Santiago, prevista para los días 8, 9 y 10 de noviembre. A ella asistirán por España, el Rey Juan Carlos I, y el Jefe del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. Junto a ellos asistirán Presidentes y Jefes de Gobierno de toda Iberoamérica.
 
    La implantación o ampliación de inversiones lideradas por empresas españolas en Chile mantienen su ritmo. De hecho, hay grandes, medianas y un alto número de pequeñas empresas con proyectos en marcha, que se desarrollan en la totalidad de las quince regiones chilenas.
 
    Entre los más llamativos de este 2007, está la Plataforma Logística que impulsa Abertis; el capital a invertir se acerca a los US$ 250 millones de dólares. También el Grupo Áreas, liderado por Emilio Cuatrecasas, adquirió los 17 establecimientos de la cadena de restaurantes Gatsby, que facturan unos US$ 30 millones de dólares.

    En el sector inmobiliario, el grupo hispano JD tiene su interés puesto en algunos terrenos en Santiago y el Fondo Meridia Capital invierte casi 100 millones de dólares para quedarse con los hoteles Ritz y Crowne Plaza.
 
    En el sector de las energías renovables no convencionales, la presencia española es cada vez más elocuente. Los molinos han comenzado a emerger en el norte de Chile, encabezados por Endesa Eco y existen otros en fase de configuración en diversos lugares del país. Green Fuel Corp, participada por Endesa, analiza las perspectivas del biodiésel. Y en el área de infraestructuras, la presencia hispana es ya habitual en casi todas las licitaciones que se convocan.
 
    Las tecnologías de la Información y las Comunicaciones están dando ocasión a nuevos conciertos y acuerdos entre pequeñas y medianas compañías y también entre instituciones.  La instalación de centros de servicios  llegados de Madrid, Barcelona, Andalucía, Castilla-León, en lo que va del año, ratifican las valoraciones que sobre Chile ha hecho la empresa estadounidense A.T. Kearney.
 
    Esta sostiene que Chile tiene un abanico de atributos sólidos que deberían permitir su posicionamiento como plataforma de externalización de servicios y negocios (offshoring). Entre éstos, gran estabilidad política y económica; infraestructura desarrollada, entre las mejores de la región; y sólidas instituciones, con claras normas para hacer negocios.

    Además, A.T. Kearney atribuye a Chile fuertes indicadores económicos: bajas tasas de interés, aumento sustentable del PIB, buenas reservas y baja inflación; decidido apoyo del gobierno al desarrollo de la inversión; creciente inserción de mano de obra calificada en segmentos clave y altos índices de alfabetización y matrícula en educación terciaria.

    A las iniciativas gubernamentales para mejorar las capacidades informáticas y el dominio del inglés, se agregan leyes laborales favorables al sector empresarial, afinidad con la cultura occidental, altos índices de logros en Investigación y desarrollo por persona. Por último, uno de los sistemas tributarios de menor costo de la región, remuneraciones competitivas, aunque superiores a los de sus pares; costos competitivos en el área de telecomunicaciones, aunque superiores a los de sus pares; y bajo costo de corrupción.