Ni el Partido Popular, que es el aspirante, ni el Partido Socialista, que es el titular, piensan introducir en sus programas electorales el desbloqueo de las listas. Ya saben: que usted elige el orden de los candidatos y que estos no están listados forzosamente por la ‘dirección del aparato’. O sea, que usted puede poner en primer lugar, o en puesto de salida, al señor que usted piensa que ha trabajado más por la circunscripción, no al que es más sumiso para los responsables de hacer las candidaturas, o sea, las ejecutivas.
Pero nada de nada, que los direcciones de los partidos no quieren perder esa parcela de poder, que les da control sobre los militantes y sobre los diputados: el desbloqueo de las candidaturas, que ya estuvo en algunos programas electorales en el pasado y jamás se intentó siquiera estudiar su puesta en práctica, seguirá siendo un sueño de quienes quieren una democracia mejor y unos políticos de mayor valía.
Por cierto, no confundir, como algunos políticos hacen intencionadamente, las listas desbloqueadas con las listas abiertas, que son cosa diferentes.
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