A más de uno le habrá sorprendido que el Rey hiciera defensa clara de la Monarquía, y por consiguiente de su propio "oficio" y desempeño, en un discurso pronunciado en Oviedo. Defendió la Monarquía como garantía de democracia e invocó a la Constitución ante las agresiones que viene recibiendo la Corona por parte de quienes, en las últimas semanas, se dedican a quemar sus fotografías. El Rey recordó que la monarquía parlamentaria ha dado la etapa más estable y próspera de la democracia, y defendió el sistema monárquico como garantía de estabilidad. En el mismo sentido que intervenía don Juan Carlos lo hacía el jefe del Gobierno, Rodríguez Zapatero, que mostraba su deseo de que España repita 30 veces más los treinta años que lleva de democracia.
Nadie puede dudar que, efectivamente, la monarquía parlamentaria ha propiciado la mayor estabilidad de España. La intervención del Rey que, repito, a algunos puede haber parecido "un exceso inapropiado a su propia condición", tan sólo viene a demostrar que es consciente de lo que pasa en la calle y lo que vienen contando los periódicos y los telediarios: es llamativo, sin duda, por novedoso en tres décadas, que fotografías del Rey ardan en algunos lugares, particularmente en puntos de Cataluña. Como indica un diario al relatar la intervención real, "la Monarquía da un paso al frente por la quema de fotos y por la ofensiva conservadora", dice este análisis, que además pone de relieve que el propio presidente de la Conferencia Episcopal se desmarca de la COPE, y que si bien PSOE y PP coinciden en su apoyo al Rey, sin embargo no ocultan una pugna política soterrada. Los dos grandes partidos, explica a continuación, se echan en cara la responsabilidad sobre la polémica: El PSOE acusa a la derecha de amplificar una polémica falsa y el PP le recuerda que recoge lo que sembró: un cierto republicanismo... Otro diario prefiere destacar que los dos grandes partidos subrayan su consenso en torno al titular de la Corona. Se relata, a su vez, en otro medio informativo que un sector de la derecha española ataca a don Juan Carlos mientras otro amplifica las acciones minoritarias de los independistas. E indica a continuación que la supuesta crisis de la Monarquía, que podría deducirse de las críticas desmesuradas de algunos medios como de la defensa sobreactuada desde otros, no parece corresponderse con la percepción de la mayoría de los españoles: La sociedad española es, al menos, juancarlista, si no monárquica, de acuerdo con los sucesivos sondeos demoscópicos efectuados en los últimos tiempos, en los que la Monarquía sigue siendo, sistemáticamente, una de las instituciones mejor valoradas. "Dios salve al Rey... de algunos monárquicos", dice uno de los títulos de El País.
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