El tsunami electoral que se nos anuncia

A  cuarenta días de las urnas, sigue pareciendo cada vez más improbable que cambie el curso de las cosas en la dirección que desde hace tiempo muestran las encuestas, y que este domingo ratificaron otros tres estudios demoscópicos, en El Mundo, La Vanguardia y La Razón,  los tres bastante coincidentes en sus presagios. A saber, que el PP conseguiría entre 180-190 escaños, o incluso algunos más, con amplia mayoría absoluta. Y en parecida proporción, los socialistas perderían entre 60 y 70 escaños.

De manera que el PP dispondría de una ventaja de unos 70 votos en el Congreso. ¿Puede cambiar significativamente las cosas la campaña? Los expertos dicen que sería "milagro laico"...Y expresan serias dudas de que "el tsunami popular" no pudiera, incluso, llegar a más... Todo lo cual se expresa bien en la euforia ya incontenible de los dirigentes populares, incluso tras una convención que pudo haber defraudado a muchos. El vicesecretario general de Comunicación del PP, Esteban González Pons, mencionaba esas encuestas tan felices: tienen un elemento en común y es que reflejan que los españoles quieren un cambio y que han decidido que ya no siguen los socialistas.

Según Pons, esos sondeos dan "una foto fija", en la que se reitera una y otra vez que España "quiere cambiar", pero "todavía no se ha decidido quién va a ganar", por lo que hay que respetar "a los votantes" y esperar a los resultados del 20 de noviembre, ya que las encuestas son como "las quinielas". "El PP escucha las encuestas con humildad y con responsabilidad, porque sabemos que España quiere cambiar, tiene esperanza de que las cosas pueden ir mejor, pero ser el que representa ese cambio hay que merecérselo y el PP para merecer la confianza de los españoles ha de ser muy humilde antes de las elecciones y más humilde después", ha afirmado. Parece que es la consigna del PP: No pasarse ahora de prepotentes y darlo todo por requeteganado...

Por cierto, que el éxito descomunal del PP no debiera hacer pasar por alto el importantísimo avance que también se otorga a los abertzales de Bildu y Aralar, en su sigla conjunta de Amaiur, fuerza a la que algún sondeo llega a atribuir hasta cinco escaños, tantos como al PNV, y con grupo parlamentario propio. Ea sería la otra gran campanada de estas urnas de noviembre...

Pero,  volviendo al incuestionable éxito del PP, llegan los analistas a la conclusión de  que los españoles parecen inclinados, en esta ocasión, a confiar mucho más en la derecha que en la izquierda para superar la crisis económica. Ese sería el dato clave que explica el vuelco político los sin precedentes que se va a producir el 20 de noviembre en las elecciones generales, según se observa en el estudio demoscópico del profesor Julián Santamaría, quien señala que tanta trascendencia tendrá la victoria del PP como la severa derrota que los conservadores infligirán al Partido Socialista.

Dice también que la crisis y la gestión de la crisis por parte del Gobierno Zapatero están rompiendo todas las barreras psicológicas. Advierte, asimismo, cómo apenas el 68% de quienes votaron a Zapatero en 2008 están dispuestos a repetir, mientras que la fidelidad del votante de la derecha es casi total. Con otro dato llamativo: el 20-N podría registrar un índice de participación de los más bajos de los últimos treinta años. Esa abstención de buena parte de los electores que apoyaron a Zapatero en el 2008 es la gran amenaza para Rubalcaba. 

Curiosamente, según los datos de La Vanguardia, los socialistas, con la ministra de Defensa, Carme Chacón, a la cabeza, volverán a ganar las elecciones en Cataluña pese a sufrir un importante descalabro de diez puntos porcentuales y siete escaños. 18-19, 13-14 y 12-13, serían los escaños de las tres fuerzas catalanas más importantes, PSC, PP y CiU, respectivamente. En cuanto a la irrupción de Amaiur, "podría incluso llegar a formar grupo parlamentario si supera los cuatro diputados que, de momento, le vaticina este sondeo".  Por su parte,  IU-ICV podría doblar de 2 a 4 diputados su representación en el Congreso, igual que UPyD. El PNV se quedaría más o menos igual. ICV pasaría de uno a dos escaños, mientras ERC registra una leve tendencia a la baja, que le costará al menos un escaño. O sea, y en todo caso, resultados "de infarto", por mucho que la campaña sea intensa...