www.diariocritico.com
21-N, amanece que no es poco

21-N, amanece que no es poco

viernes 18 de noviembre de 2011, 20:27h
Después de soportar tres meses de soporífera precampaña y campaña electoral, después de tragarnos mítines y discursos vacíos, después de habernos aburrido como ovejas, por fin llega el tan esperado 20-N. Tan esperado todos estos años atrás por los nostálgicos del franquismo y este 2011 por un pueblo que se halla sumido en la crisis más grave que se recuerda desde que falleció el dictador. Hacer un balance de campaña es harto difícil, difícil porque aquí nadie ha explicado su programa, el PP porque, si gana como es previsible, estará a espensas de hacer lo que Europa le deje hacer que no será mucho; y el PSOE porque se encuentra escasito de ideas, se ha limitado a criticar el programa del PP sin aportar ni una sola solución que no conozcamos y que, desde luego, no sirven precisamente -ya lo han demostrado en los últimos tres años- para sacarnos del profundo pozo en el que nos encontramos, deuda y prima de riesgo incluidas. Así las cosas, uno piensa que ambos partidos mayoritarios y sus líderes, R&R, se podían haber ahorrado los gastos de esta aburrida campaña, incluidos los del fallido debate televisivo, en la que, desde hace meses, estaba todo el pescado vendido. Los españoles hemos asistido impasibles y hastiados en los últimos quince días a una representación bastante cutre de un vodevil que ya nos sabíamos de memoria. Creo sinceramente que ni uno ni otro, ni Rubalcaba ni Rajoy, ni PSOE ni PP, -del resto, si exceptuamos a UPyD, mejor no hablar- han convencido a nadie, pero qué duda cabe que el domingo la pelea va a estar entre ellos dos, no por ver quién consigue la Presidencia del Gobierno, que eso está más que cantado, sino por comprobar hasta qué punto los españoles estamos hartos de un Gobierno errático, el del presidente Rodríguez Zapatero y el vicepresidente Pérez Rubalcaba, que nos ha llevado en un sprint alocado al desastre más absoluto en un tiempo récord y apostamos por un cambio de estrategia aunque sea como solución menos mala

Desde aquí abajo, el llamado sur del sur, por primera vez en muchos años, el panorama no disiente mucho del resto del Estado español. Lo que en sí es una auténtica novedad. Si hay una comunidad que ha sufrido los estragos más duros de la crisis económica, esa ha sido Andalucía donde el paro alcanza cotas por encima del treinta por ciento, la industria sigue siendo un sector casi inexistente, la agricultura se encuentra bajo la amenaza de muerte de la PAC y el turismo es el único motor económico del sector servicios que aún continúa salvándonos del cierre por derribo. Por ello esta comunidad ha comenzado a despertarse de la pesadilla en la que ha estado sumida durante los últimos cuarenta años de ser el llamado "granero de votos" del PSOE. Habrá que esperar a la noche del domingo y la madrugada del lunes, pero da la impresión que, junto a Cataluña, Andalucía va a volver a ser clave y en esta ocasión se puede convertir en el patíbulo donde los socialistas pueden ver caer la cabeza de su improvisado "lider por un mes". No es de extrañar que Rubalcaba haya cerrado la campaña en Sevilla junto a Griñán y Guerra. Faltó esta vez González quien parece que no está dispuesto a seguir siendo la coartada sobre la que recaiga el fracaso más estrepitoso sufrido por el socialismo hispano en su reciente historia.

El lunes, 21-N se cierra un capítulo y se abre otro. Ese mismo día, dependiendo si Rubalcaba consigue llegar o no a los 120 diputados, la cota mínima del desastre, el presidente de la Junta de Andalucía y secretario general de los socialistas andaluces, José Antonio Griñán, Pepe para los compañeros del PSOE, volverá a cobrar un protagonismo que hasta ahora se le había negado. De aquel "un tal Griñán" casi desconocido en la política nacional, pasará a ser uno de los barones más poderosos de un PSOE en declive que tiene que renovar sus estructuras y cuyo futuro va a depender en buena medida del candidato que elijan y que Griñán apoye. En el horizonte, a tres meses y medio vista, se sitúan las elecciones andaluzas y Griñán debe defender con uñas y dientes el último bastión que le queda al PSOE en España. Esta vez no lo tiene fácil. Acosado por el casi millón y medio de parados y por la turbia trama de los EREs fraudulentos, el presidente de la Junta y todavía candidato socialista a la reelección se juega el ser o no ser de su futuro político. Para Rubalcaba, la noche del 20-N será, la noche más larga, pera Griñán, el 21-N amanecerá que no es poco. Al menos él podrá seguir otros cuatro meses en la batalla aunque muchos den ya la guerra por perdida.
¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (2)    No(0)

+
2 comentarios