Mañana de guerra, tarde de paz

Este año han adelantado la fecha. Habitualmente el Pleno de aprobación de los Presupuestos Generales de la Comunidad Autónoma andaluza se celebraba en el antiguo Hospital de las Cinco Llagas el 28 de diciembre, Día de los Inocentes, quizás por aquello de que el Ejecutivo socialista, de Chaves o de Griñán, le gastaba una broma pesada a los andaluces con las cuentas públicas. Al fin y al cabo daba igual que se celebrara una semana antes o una semana después. Era y sigue siendo un puro trámite. De las cerca de cuatrocientas cincuenta enmiendas presentadas por la oposición (189 del PP-A y 254 de IULV-CA), la mayoría absoluta socialista sólo ha admitido ¡una! de Izquierda Unida relativa a ayudas a entidades colaboradoras en materia de drogodependencia por importe de 200.000 euros. Y pare usted de contar. ¿Alguien se cree que todas las enmiendas presentadas por la oposición eran rechazables? ¿Alguien en su sano juicio puede comprender que no se acepte ni un solo "pero", ni una sola coma a los presupuestos elaborados por el equipo de la consejera de Economía, Carmen Martínez Aguayo, por muy bien hechos que puedan estar? Objetivamente todos sabemos que a los Gobiernos, a todos los Gobiernos, sobre todo si tienen en sus manos la mayoría absoluta, les cuesta mucho reconocer sus errores pero yo le pediría al presidente andaluz, Pepe Griñán, que, tal y como se le están poniendo las cosas al PSOE en España, más le valdría ir de modesto y no abusar la prepotencia que dan treinta años de gobiernos continuistas del puño y la rosa. Por lo que pueda pasarle el día 25 del mes de marzo.

En fin, a lo que iba. Que Andalucía cuenta ya con 32.020 millones de euros que le han "tocado" el día 22 de diciembre como si fuera el Gordo de la Lotería. Muchos billones de las antiguas pesetas que deberían ir destinados, sobre todo, a luchar contra la lacra que está dejando esta tierra como un erial: el paro. Y digan que esa es su principal preocupación, al menos es lo que defendió el portavoz socialista, Pepe Caballos en la tribuna de oradores, la realidad les deja como auténticos mentirosos. ¿Ustedes se lo creen? yo tampoco, y un millón y medio de andaluces en desempleo menos aún. Así que a cien días de las elecciones andaluzas muchos están ya echando cuentas de lo que se le viene encima e inician una suave retirada en busca de nuevos aires lejos de San Vicente y cerca de San Fernando que les permitan seguir viviendo del cuento unos cuantos años más. Dios mío, cuánto espabilao hay en esta Andalucía de charanga y pandereta, de subvenciones y chanchullos varios.

Claro que después de asistir al Pleno en el que unos y otros se dijeron lindezas de todo tipo, insultos incluidos, en el que volvieron a salir a relucir los famosos EREs y los recortes sociales, y asistir a la votación de los Presupuestos que salieron adelante sólo con los votos de la mayoría absoluta socialista, pudimos asistir a esa fraternal imagen de todos los años: el villancico navideño cantado por los ciento nueve parlamentarios a las puertas de la Cámara. Y allí vimos a Javier Arenas haciendo dueto con la consejera de Salud, María Jesús Montero, a Antonio Sanz junto a la consejera de Agricultura, Clara Aguilera y al tenor Pepe Griñán en una esquina para que nadie interfiriera en su potente chorro de educada voz operística. "Noooche de paaaz, noooche deamooor..." Como prólogo de los navajazos que va a haber en cuanto pasen los Reyes Magos y se inicie la precampaña, no está nada mal, pero la imagen, qué quieren que les diga, me resulta más ñoña cada año que pasa. Si acaso hubiesen cantado aquel villancico de "en el portal de Belén han entrado los ladrones y al pobre de San José le han quitado los calzones", todavía se entendería la imagen. A buen entendedor...