Urdangarín, la estrella estrellada

Hay una unanimidad en los grandes titulares de las portadas de los diarios del penúltimo día del año: Urdangarín imputado, el juez imputa a Urdangarín por sus negocios irregulares (El País), el juez imputa a Urdangarín y el fiscal le atribuye afán desmedido de lucro (El Mundo), Todos somos iguales ante la ley, el juez imputa a Urgandarín,(ABC), el juez imputa a Urdangarín y le da un mes para preparar su declaración, (La Vanguardia)  El duque "palma", el yerno del Rey, imputado; Urdangarín se apropió de fondos públicos en nombre de la Corona, según el sumario, (El Periódico de Cataluña)  el juez imputa a Urdangarín por prevaricación, malversación de fondos, fraude a la Administración y falsedad documental, los delitos de corrupción por los que debe responder implican penas de cárcel (Público) temor a que el juez Castro cite también a la infanta Cristina (La Gaceta), Urdangarín, imputado; la Casa del Rey reitera su respeto a las decisiones judiciales; Urdangarín, citado a declarar como imputado para esclarecer cómo logró contratos por seis millones (La Voz de Galicia), Urdangarín declarará el seis de febrero (Expansión), Urdangarín, primer imputado de la familia real por el cobro de fondos públicos (El Economista)...

Lo que se temía, lo que temía, sobre todo, la Casa del Rey, se está produciendo con puntualidad, y hasta con premura. Se abre el gran melón de ver a un familiar del Rey sentado en el banquillo para que dé explicaciones sobre el cobro de comisiones por negocios inadecuados, impresentables, que vienen a exponer públicamente la desmesurada afición del personaje al dinero. Pero es que ese "melón abierto" por el juez Castro es mucho más trascendente de lo que a simple vista parece: la propia Casa Real no es ajena al caso, por lo que ha trascendido de ocultación de sus detalles durante largo tiempo y por la participación inevitable, o imprescindible, de la "socia" del Noos que era la esposa del Duque de Palma, la Infanta Cristina. Más aún: el dinero público que era entregado a Urdangarín, procedía, sobre todo, de dos Gobiernos autonómicos, los de Baleares de Matas y de la Comunidad Valenciana a Camps. De nuevo en la picota., Matas y Camps, por operaciones que vienen a ahondar en sus turbios manejos de Caso Palma Arenas y de Gurtel, respectivamente. Naturalmente, el abogado defensor de Urdangarín reclama para su defendido plena y total inocencia, por más que en la opinión pública ya esté juzgado y condenado. El propio jefe de la Casa Real, Spottorno, anticipó la conducta poco ejemplar de quien ya ha sido separado de las actividades de la Casa Real precisamente por entender que  no coopera a crear o mantener buena imagen para la Casa del Rey.

Urdangarín tendrá que ex0plicarle al juez cómo logró fondos públicos. Y los juristas señalan ya que los delitos por los que se ve acusado, malversación, falsedad documental, fraude y evasión fiscal, están contemplados en el Código y penalizados con, incluso, varios años de cárcel, hasta dieciséis, señala La Gaceta. En cuanto a los analistas políticos, las preguntas que suscita el caso son de otra naturaleza: ¿Se va a juzgar a la Corona, su propia utilidad, la limpieza de sus procedimientos? ¿Se juzgará, asimismo,  la facilidad con la que determinados presidentes autonómicos entregaban dineros públicos a quien se presentaba como "yerno del Rey"? O lo que es lo mismo, ¿estamos ante un caso político y politizable? Estamos comprobando cómo algunos dirigentes políticos, en particular el republicano Cayo Lara, y que algunos medios de información,  tratan ese asunto con esas etiquetas previas, por la condición y las eventuales responsabilidades de los probables autores, que son más que el propio Iñaki Urdangarín, su socio Diego Torres, su esposa, y sus cooperadores imprescindibles, que aportaron fondos de sus presupuestos públicos regionales o locales, con pasmosa facilidad, a quien se presentaba como impulsor de iniciativas benéficas y al margen de cualquier lucro económico personal... El juez quiere saber el destino, el trato fiscal y los beneficiarios del dinero obtenido por las empresas del "yerno ejemplar". La opinión tiene esas mismas incógnitas, en buena medida ya avanzadas por los medios informativos, y quiere ver si es verdad que "todos somos iguales ante la ley", incluidos los familiares de Su Majestad...

Contrariamente a lo que sostiene el abogado del yerno, Pascual Vives, el juez Castro no ha sido presionado por la prensa, sino por las irregularidades del "juguete roto" que ya es Urdangarín...