www.diariocritico.com
Los fantasmas de Hugo Chávez

Los fantasmas de Hugo Chávez

viernes 30 de diciembre de 2011, 08:40h
    El caudillo venezolano Hugo Chávez ha sugerido que los distintos tipos de cánceres diagnosticados a varios líderes latinoamericanos pueden ser enfermedades inducidas  por Estados Unidos como castigo y venganza hacia los políticos que no comulgan con la doctrina de la Casa Blanca... Como es sabido, tanto el propio Hugo Chávez como el dictador cubano Fidel Castro, los brasileños Lula da Silva y Dilma Rousseff, el paraguayo Fernando Lago y, ahora, la presidenta argentina Cristina Fernández de Kichner padecen -o han padecido- alguna patología oncológica, y es algo que, en las desmesuradas y chifladas visiones del caudillo venezolano, podría no ser fruto de una casualidad o de la mala suerte, sino de una conspiración en toda regla del gobierno de Barack Obama...  Y pone Chávez como ejemplo lo que, según sus noticias, ocurrió en Guatemala hace medio siglo, cuando la CIA lanzó una operación química, bacteriológica y radiológica que contaminó a numerosos guatemaltecos...

    También dijo Chávez, en un discurso a las Fuerzas Armadas, que "habrá que cuidar al presidente de Bolivia, Evo Morales, o al de Ecuador, Rafael Correa quienes, de momento, se están librando de esta epidemia". Y terminó su alocución refiriéndose a la muerte del líder palestino Yasser Arafat, cuya dolencia fatal jamás se conoció con todo detalle, y el diagnóstico de sus médicos personales tan sólo aludía, con vaguedad, a "extrañas alteraciones sanguíneas"...

    Hugo Chávez tiene una imaginación mayor y más desmesurada que la de los novelistas del "boom" latinoamericano y, siguiendo el libro de estilo del perfecto dictador, ve conspiraciones por todas partes, detecta fantasmas en todas las paredes, intuye veneno en todas las comidas, se imagina que quien le estrecha la mano le puede inyectar un veneno letal..., y ahora, además, amplía esa visión paranoica a las dolencias de algunos de sus vecinos y amigos... El realismo mágico y toda su desgarrada poesía que transforma las piedras en nieve o la memoria en personajes fabulosos que vuelan sobre la selva, se queda corta..., muy corta..., al lado de la fantasía del tirano de Caracas que, aún rindiéndose a las supersticiones, ha reaccionado con cordura ante su enfermedad: por el único camino válido, que es ponerse en manos de la medicina...

    Cualquier ser humano que padezca una grave enfermedad es digno de compasión, y es obligado darle ánimos y estar a su lado, ya sea un alto mandatario o el más modesto de los ciudadanos anónimos... Pero lo de Chávez y sus visiones conspirativas es un esperpento. Y no es que las decisiones de Estados Unidos contra los países que consideran enemigos las tomen unos angelitos... Pero, en este caso, la sinrazón del tirano de Caracas es tan disparatada que, además de acudir al oncólogo o al cirujano, como ya está haciendo, debería incluir en su equipo médico habitual a varios psiquiatras.
¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (2)    No(0)

+
0 comentarios