Reconocimiento a Pere Navarro

    En el año que acaba de finalizar perdieron la vida en las carreteras españolas doscientas cincuenta personas menos que en el ejercicio anterior, y 2011 ha sido, por primera vez en medio siglo, el año en que se registran menos de 1.500 víctimas mortales en accidentes de tráfico.  Sabemos que 1.479 fallecidos sobre el asfalto es una cifra terrible, una tragedia tremenda, pero era una cifra duplicada y hasta triplicada en años no lejanos por lo que está claro que las medidas que se han adoptado, como el carné por puntos, y la educación vial y la prevención van en la buena dirección.

     Y van en buena dirección hasta el punto de que ayer, en la toma de posesión de altos cargos del ministerio del Interior, el nuevo titular de este departamento, Jorge Fernández Díaz, felicitó en público al aún titular de la Dirección General de Tráfico, Pere Navarro, presente en el acto, y a quien el ministro atribuyó buena parte del mérito de esta afortunada disminución de accidentes mortales, tarea en la que aún hay mucha tarea por delante, y mientras haya una sola víctima no hay que bajar la guardia.

    Hasta ahora el nuevo Gobierno de Mariano Rajoy aún no ha nombrado un nuevo responsable de Tráfico, y nos preguntamos si no sería razonable y justo y conveniente confirmar en el puesto a Pere Navarro, cuyos méritos, como les decimos, reconoció ayer en público y en un acto oficial el ministro Jorge Fernández Díaz. Hace unas semanas planteamos en el "correo sin respuesta" cómo en otros países, tras un relevo en el Gobierno, hay altos funcionarios que se mantienen en sus responsabilidades, sencillamente porque lo están haciendo bien, o con calificación de sobresaliente. Y poníamos los ejemplos de Pere Navarro en Tráfico y de Miguel Martínez al frente de los Paradores Nacionales de Turismo. Lamentaríamos que tuviese más peso el hecho de que hubiesen sido designados para sus cargos en los tiempos de Zapatero que el hecho de que fuesen dos excelentes gestores, cada uno en lo suyo, Navarro en la mejora del tráfico y Martínez en la expansión y modernización de un sector tan básico para la economía española como el turismo.

    Toca al gobierno del PP mover ficha, pero desde el propio ejecutivo han surgido opiniones favorables, en lo que se refiere a Tráfico, a mantener a Pere Navarro, y con este argumento: "Si (y no lo quiera Dios) el número de muertos en carretera aumentara, siempre se podría decir que, de algún modo, tiene algo que ver el relevo de Pere Navarro". Nadie es imprescindible, pero el éxito o la buena dirección de una gestión tiene más valor que el color político de quienes han designado a su responsable. En fin, que sería una pena que, a la hora de renovar los segundos niveles de la Administración, pesase más la ideología  (es decir: el sectarismo o los prejuicios ideológicos) que la capacidad y que la experiencia.