Carma con bata de cola

No hay peor nacionalista catalán que un "charnego" andaluz. Los hijos de los emigrantes andaluces en Cataluña tienen un complejo nacionalista que deja en zapatillas a cualquier Pujol o Masiá que se precie. Debe ser por aquello de querer ser califa en lugar del califa, que decía el visir Iznoguz. El caso es que tenemos a un Pepe Montilla, muy honorable president de la Generalitat, natural de la localidad cordobesa de Iznájar, que pasó de la noche a la mañana a llamarse Josep y a renegar de sus orígenes andaluces en pro de una Cataluña independiente. Y ahora tenemos, como no, a Carma Chacón que, por azares del destino político, ha puesto sobre el tapete sus orígenes almerienses y se ha ido al pueblo natal de su padre el bombero, Olula del Río, a presentar su candidatura a la Secretaría General del PSOE haciendo ostentación pública de sus raices andaluzas. Viendo el acto de Almería de este fin de semana me imaginaba a Pepe Griñán y Susana Díaz cantándole a dueto aquello de: "Carma de Esplugas, manola. Carma de Olula, valiente. Carma con bata de cola, pero sociata y decente" que entonaba otra Carmen, la de Sevilla, en tiempos de la oprobiosa. Demasiao pal cuerpo, que decimos aquí. Ahora resulta que todos los socialistas, hasta los catalanes y los vascos, son más andalucistas que Blas Infante. No te jode. Carma Chacón tira de sus progenitores almerienses; Alfredo Pérez Rubalcaba, a falta de antecedentes familiares andaluces, esgrime su acta de diputado por Cádiz en la legislatura 2009-11 y solo falta que cualquier otro aspirante que aparezca, aunque sea gallego de pura cepa, recuerde que el abuelo de su tatarabuelo emigró a Cuba en el siglo XVIII y se casó con la nieta de un emigrante de Jaén.

Este proandalucismo que le ha entrado de pronto a los dirigentes socialistas tiene su explicación en las elecciones que se celebrarán en nuestra comunidad dentro de dos meses y pico, en torno al 25 de marzo. Griñán, un don nadie en Ferraz hasta hace un año, al que todos ignoraban y del que todos pasaban, es ahora quien tiene la sartén por el mango y el mango también al presidir la única comunidad autónoma de toda España gobernada en solitario por el PSOE y al controlar desde la Secretaría General del PSOE-A (aunque eso de controlar está aun por ver) a una federación socialista, la andaluza, que, con el veinticinco por ciento de los votos, tiene la llave para elegir al próximo secretario general del partido. Mucho me temo que esta tierra va a ser el campo de batalla en el que se dirima en las próximas semanas no sólo el futuro inmediato del socialismo español, sino también y sobre todo, el futuro a corto y medio plazo, de la principal fuerza política de izquierdas. Una derrota de Griñán el 25 de marzo por mayoría absoluta de Javier Arenas, supondría un revés que los socialistas no se pueden permitir. De ahí que, tras el XXXVIII Congreso del PSOE, a celebrar en Sevilla del 3 al 5 de febrero, salga quien salaga elegido como secretario general, Alfredo Pérez Rubalcaba o Carma Chacón, Ferraz se empleará a fondo para impedir que Pepe Griñán abandone su sillón en el Palacio de San Telmo. La Presidencia de la Junta de Andalucía es en estos momentos el único objetivo común que une a todos los socialistas de uno y otro bando.

El gran problema que tienen los socialistas en estos momentos es que la lucha por el poder entre Rubalcaba y Chacón puede abrir heridas incurables a solo un mes y pico de las elecciones andaluzas. De ahí que haya surgido un manifiesto firmado por más de doscientos dirigentes del PSOE, la mayoría de ellos, como Luis Yáñez o el ex alcalde de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín, en el ostracismo, que quieren que se aplace el XXXVIII Congreso Federal hasta después de los comicios andaluces. No les falta algo de razón, pero, tal y como están las cosas, parece poco probable que Ferraz acepte dicho aplazamiento. En Madrid están decidido a acabar cuanto antes con la orfandad en la que les ha dejado Rodríguez Zapatero y ansían encontrar un líder que, al menos, les contagie algo de esperanza en el futuro. Y, visto lo visto, ese lider no es, desde luego, Alfredo Pérez Rubalcaba. Y que sea la nueva "Carmen de España" está por ver.