Hay mucho Schettino suelto...

    Las horas perdidas por huelgas en el pasado año descendieron en España en más de un 60 por ciento. Ponemos una breve reflexión sobre la mesa: hay más motivos de descontento laboral que nunca, con más de cinco millones de parados y con el recurso habitual a la precariedad laboral y a los contratos-basura... Sin embargo, la situación es tan angustiosa que el español que tiene la suerte de contar con un puesto de trabajo se lo piensa dos veces antes de recurrir a la huelga, y se lo piensa también antes de acogerse a una baja laboral por enfermedad. En circunstancias normales, es bueno que descienda la conflictividad y que se reduzcan las disparadas cifras del absentismo laboral, pero en una época excepcional, como la que vivimos, esas aparentes mejoras denotan inseguridad, miedo, e incluso a la renuncia individual y voluntaria a unos derechos legítimos.

    Nos queda el consuelo de que los tiempos son cambiantes, y de que llegarán épocas mejores, pero ahora, a la fuerza, se está ejerciendo una actitud de cautela y de responsabilidad que no se daba en otros tiempos...

     Y, hablando de responsabilidad, ¿saben cómo se denomina, con una palabra única que ha sido adoptada por todos los idiomas del mundo, al zascandil que no cumple con su deber, que abandona sus obligaciones, que escapa del problema y deja a miles de personas en peligro con el pretexto de que... "me caí al bote salvavidas". Naturalmente, se le llama Schettino, que es el apellido del capitán del crucero "Costa Concordia" y quien, según los últimos informes, de haber alertado a tiempo a los pasajeros del barco no se habría producido ni una sola baja. Y, puesto que el idioma no lo hacen las Academias, ya que nace del pueblo, ahora en Nueva Zelanda o en Argentina, en India o en Canadá, en China o en Venezuela, en el Polo Norte o en la Tierra del Fuego se escucha la palabra Schettino, que es un sinónimo universal de cobarde, irresponsable... Y es una palabra que ha entrado hasta en el debate electoral: en Francia comparan a Hollande, el candidato socialista, con Schettino, porque roza peligrosamente los arrecifes del déficit público..., y en Italia el líder de la Liga Norte, Umberto Bossi, llama Schettino al gobernante Mario Monti porque..."si el país fuese un barco, ya lo hubiese hundido".

    Y, mientras tanto, en España, los Schettinos de turno no logran evitar la fuga de nuestros mejores profesionales, de los jóvenes mejor formados. Hasta Finlandia ha recurrido a nuestro país en busca de enfermeras, ofreciéndoles un salario de algo más de 2.700 euros mensuales. Médicos, enfermeras, arquitectos, informáticos, ingenieros... españoles y formados en España se ven en la obligación de huir porque, como decimos, por estas tierras hay mucho Schettino suelto...