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Cataluña y el 'fervorín' independentista

Cataluña y el "fervorín" independentista

martes 06 de marzo de 2012, 12:57h
"Mechachis", que llegué tarde a la entrevista el domingo pasado dia 4, que le hacía a Jordi Pujol ex presidente de la Generalitat Jordi Evolé en el programa "salvados", quien tiene la rara habilidad de tirar de la lengua al entrevistado como lo hizo anteriormente con Eguiguren y con  Jaume Matas,  asegurando que votaría que sí en un referéndum por la independencia de Cataluña en un momento, ha afirmado, en el que los puentes con España "están rotos" y hay "presión" para que Cataluña desaparezca. También dijo que al monarca no le gustaría, cuando se le recordó sus buenas relaciones con la Zarzuela, como a el no le gustaba tener que contestar a esta entrevista.
 
Ventajas de la tecnología, pues he podido verla entera luego en "you tube" y cosas de las coincidencias, la entrevista se le hacía en un entorno rural, lleno de ovejitas, donde se le preguntaba al pastor si votaría independencia, diciendo que si aunque era de Jaén...?. Mientras, en la Vanguardia en portada  y en extensión  Artur Mas definía los "5 Escenarios del desafío catalán". Todo un "fervorín" independentista, encabezado por el "botiguer" Jordi Pujol, en su día protagonista del gran escándalo de Banca Catalana, sobre la que se apresuró a echar arena, la extinta UCD y su jefe Adolfo Suárez. La verdad es que Tarradellas, a quien conocí y que era un hombre de Estado. Así es, como le llamaba en  confianza, al después tantos años President de la Generalitat. Botiguer quiere decir "tendero" y hay que ver como lo aprovechó, para "llorando" sacarle dinero al Estado Español, en tanto Cataluña se iba quedando atrás en el desarrollo, de tanto mirarse al ombligo y bailar la sardana.

 Además, según Pujol, existen presiones para que Cataluña se convierta en "algo residual" o que incluso desaparezca: "España no perecerá, es un gran país, pero Cataluña si puede desaparecer y hay presión para que desaparezca". Cargó también, contra el PP y el PSOE, de los que ha dicho que "tendrían que avergonzarse, no por razones políticas sino éticas, de hacer el uso que han hecho del tema del catalán en sus campañas". Al tiempo, su hijo Oriol Pujol, salía en los telediarios, como diputado del Parlament amenazando que si no había pacto fiscal, rompían la baraja. No sé lo que estará haciendo hoy con Montoro, pero seguro que no les deja hacer, por el momento, más deuda.
 
Artur Mas ha dicho:"El pacto fiscal es la oportunidad de rehacer la relación entre Catalunya y España, que zozobra. Sin pacto fiscal, Catalunya tomará su propio camino". Las circunstancias históricas han hecho coincidir el desafío catalán con la peor crisis que afecta a España y a Europa. Y son precisamente las enormes dificultades del Govern de Catalunya, para mantener los servicios públicos esenciales, lo que ha puesto al descubierto la precariedad de la autonomía y ha convertido, políticamente hablando, el pacto fiscal en un asunto de vida o muerte para Catalunya, para Convergència i Unió y, sobre todo, para su abanderado, el propio Artur Mas.
 
En los planteamientos estratégicos documentados del Govern de la Generalitat y de Convergència i Unió para los próximos dos años figuran cinco escenarios posibles, de los que tres son de ruptura. Prácticamente todos abocan a unas elecciones anticipadas en Catalunya que, en cualquier caso, marcarán una inflexión histórica en las relaciones de Catalunya con España de consecuencias todavía imprevisibles.

La oposición ha recriminado a Artur Mas que su propuesta es poco precisa e incluso los socialistas, insisten en hablar de cifras. Sin embargo, los técnicos de CiU insisten en que ahora las cifras no son lo fundamental, pero todo ha de empezar por un añadido en la ley orgánica de Financiación que excluya explícitamente a Catalunya como ya lo hace con el País Vasco, con Navarra y a menudo con Canarias.
Con este planteamiento se prevén cinco escenarios, a cuál más insólito.

Escenario A. Acuerdo Mas-Rajoy. No es la posición mayoritaria en el PP ni en el Gobierno, pero un acuerdo Mas-Rajoy sobre el pacto fiscal cambiaría radicalmente la política catalana y probablemente también la española. Incluso abriría la puerta a que los nacionalistas catalanes se implicaran en el gobierno del Estado si fuera necesario.  Mas sometería el acuerdo al veredicto de las urnas en unas elecciones anticipadas a finales del año próximo.
 
Escenario B. Desacuerdo sin ruptura. Es bastante probable que el Gobierno español se decante por una reforma del sistema de financiación que podría mejorar el actual modelo, pero sin ofrecer un tratamiento específico a Catalunya. Si el cambio fuera sustancial y la persistencia de la crisis desaconsejara por inoportunas las iniciativas de ruptura, Artur Mas podría defender la aceptación provisional de un sistema insatisfactorio y someterlo al veredicto de las urnas. Aquí el problema sería interno en Convergencia Democrática.
 
Escenario C. Ruptura CiU-PP y pacto CiU-ERC. Si no hay acuerdo con el Gobierno español, CiU romperá con el PP y buscará el apoyo de ERC para la segunda mitad de la legislatura o, al menos, para aprobar los presupuestos del año 2013, inevitablemente año de elecciones anticipadas., CiU y ERC se disputarían la bandera del soberanismo.
 
Escenario D. Referéndum e insumisión fiscal. Si el rechazo del pacto fiscal por parte del Gobierno español es rotundo, Mas ha anunciado la posibilidad de convocar un referéndum para que se pronuncie la ciudadanía catalana. La cuestión es ¿y después qué? La posición de los estrategas de CiU es que el aval democrático al pacto fiscal legitimaría la insumisión fiscal. Es decir, la Generalitat convocaría a los catalanes a pagar sus impuestos directamente a la Agencia Tributaria Catalana.
 
Escenario E. Convocatoria para un Estado propio. Otra respuesta al rechazo del pacto fiscal sería la inmediata convocatoria de elecciones, pero con un mensaje por parte del presidente de la Generalitat totalmente distinto. Comparecería ante la opinión pública catalana, recordaría todos los esfuerzos para encontrar un encaje con España -Estatut, pacto fiscal...- que habrían sido rechazados para argumentar que a Catalunya no lo queda otra opción que constituirse en Estado propio. Artur Mas convocaría en tal caso elecciones comprometiéndose a iniciar el proceso. Si con ese discurso obtuviera una victoria contundente, tendría también efectos autodeterminativos y legitimaría democráticamente la apertura del proceso. Artur Mas suele evitar el concepto de independencia porque, como dijo a los corresponsales extranjeros, en Europa ya nadie es independiente. Se trata de poder decidir desde la propia soberanía el vínculo con España y con Europa.
 
Es decir, como de costumbre, todo el problema con Cataluña, es  cuestión de "dinero", Barcelona es "bona" si la bolsa "sona". ¡Será por "doblers"!. Pero si el Banco Central Europeo los regala como caramelos. Pero eso sí, Cataluña es también Estado y no puede gastar más, tiene que contribuir a la Solidaridad Nacional, como hace Madrid, y si quiere una Autonomía asimétrica, que la tenga, pero pagando, pues no se va a poder seguir beneficiando del enorme mercado interior, que somos todos los españoles, sin pasar por caja.

Bernardo Rabassa

Presidente de clubs y fundaciones liberales. Miembro asociado de Alianza Liberal Europea (ALDE). Premio 1812 (2008). Premio Ciudadano Europeo 2013. Medalla al Mérito Cultural 2015. Psicólogo social. Embajador de Tabarnia. Presidente del partido político constitucionalista Despierta.

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