La cara oculta del nuevo Gobierno

La Junta de Andalucía acaba de estrenar el nuevo Ejecutivo de coalición, tercer Gabinete de la etapa Griñán, cuyos titulares ya han cumplido el trámite formal en el Palacio de San Telmo, sede de la Presidencia de la Junta, de jurar, prometer o simplemente aceptar sus cargos por imperativo legal, que de todo hay en la viña del Señor. La mayoría de sus integrantes son de sobra conocidos por los andaluces ya que llevan en sus cargos o en similares puestos del Gobierno más de un lustro. Es el caso de Antonio Ávila, consejero de Economía, Innovación, Ciencia y Empleo, que pasó de ser un hombre de Zarrías (no en vano procede de Alcalá la Real) a formar parte imprescindible del equipo tecnócrata dePepe Griñán cuando su jefe emigró a Madrid; de Carmen Martínez Aguayo, una madrileña médico de Atención Primaria que ya dirigió el Insalud y el Servicio Andaluz de Salud y que se hizo cargo de Hacienda y Administraciones Públicas de la mano de su actual jefe con "marrones" como sacar adelante el polémico decreto del enchufismo o defenderle personalmente sobre su conocimiento e implicación en el fraude de las EREs: de María Jesús Montero, un peso pesado del socialismo rubalcabista sevillano cuya gestión al frente de la Sanidad pública andaluza desde que ocupó el cargo en 2004 con Manuel Chaves le ha reportado excelentes resultados políticos a Pepe Griñán en su enfrentamiento con el Gobierno de Rajoy, pese a que buena parte del sector médico esté en contra de la excesiva politización al que lo ha llevado su gestión con el ascenso a puestos claves de "comisaros políticos" del partido; deLuciano Alonso, ex consejero de Turismo y ahora de Cultura y Deportes cuya inclusión en el Ejecutivo sólo se debe al mantenimiento de la necesaria "cuota malagueña", o el caso de Mar Moreno, una eterna candidata a la Presidencia en la época de Rodríguez Zapatero que deshizo a tiempo el nudo que le ataba a Gaspar Zarrías ( también procede de un pueblo jiennense, La Carolina) para enfrentarse a él y convertirse en la número dos de Griñán y portavoz del Gobierno cuando éste heredó el puesto de manos de Chaves.Hasta aquí los ya conocidos. Veamos ahora a los nuevos. 

A todo el mundo le extraño el fichaje del fiscal decano de Sevilla, Emilio de Llera, nuevo consejero de Justica e Interior, del que todos decían que no se le conocía un perfil político concreto y que es un especialista en delitos económicos. Ahora ya se sabe que aunque no milite en el PSOE, De Llera sí tiene bastante afinidad familiar con los socialistas a través de su mujer, Amalia Rodríguez, funcionaria de la Junta, presidenta de la poderosa agrupación socialista de Triana a la que también pertenece Susana Díaz, nueva número dos del Ejecutivo de Griñán, y ocupó el número 10 en la candidatura del PSOE a las generales que encabezaba Alfonso Guerra. Otra curiosidad a destacar es que Amalia Rodríguez, según la revista Vanitatis, es la madre de conocido empresario sevillano protagonista de las revistas del corazón, Rosauro Varo. Novio de Amaia Salamanca y ex novio de Eugenia Martínez de Irujo. En cuanto al consejero de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente, Luis Planas, de todos es conocida su amistad con Griñán con quien comparte no sólo estudios y profesión sino afinidades culturales y procedencia política. Sus últimos puestos como embajador en Marruecos y ante la Unión Europea, le convierten quizás en el consejero mejor preparado de todo el Gabinete ya que ejerció este mismo cargo durante doscientos días hace dieciocho años. La incorporación más arriesgada, la del número dos del Ejecutivo, por encima incluso de la vicepresidencia, de la "griñanini" Susana Díaz, como consejera de Presidencia e Igualdad. La carrera política de Susana ha sido meteórica al saber buscar siempre los padrinos precisos. Con 23 años era secretaria de Organización de las Juventudes Socialistas de Andalucía, dos años después, aupada por Pepe Caballos, se convirtió en concejal del Ayuntamiento de Sevilla, cargo en el que estuvo hasta 2004. Se apoyó en José Antonio Viera para acceder a la secretaría de Organización del PSOE de Sevilla y posteriormente rompió con él para, de la mano de Pepe Griñán, hacerse con la Secretaría de Organización del PSOE andaluz y número dos del partido. Tanta actividad política le obligó a abandonar su carrera de Derecho, que finalmente acabó hace escasos años. Que se sepa, siempre ha vivido de la política. Ahora, con sólo 28 años, se convierte en la mujer más poderosa de Andalucía. Nadie duda que si Griñán cae un día en desgracia, Susana tendrá la suficiente habilidad como para volver a cambiar de bando.

Por último, un esbozo sobre los tres representantes de IULV-CA en el nuevo Ejecutivo. Diego Valderas, vicepresidente y consejero de Administración Local y Relaciones Institucionales, es ya un viejo conocido para los andaluces que le han tenido como candidato a la Presidencia de la Junta en varias ocasiones. Antes de llegar con 26 años a la Alcaldía de su pueblo, Bollullos Par del Condado, Valderas había trabajado como peluquero, pinche de cocina, repartidos de butano y vendimiador.  A los 16 años, y en un intervalo sólo 36 horas perdió primero a su madre y después a su padre. Fue presidente del Parlamento en la llamada "legislatura de la pinza" que sólo duró dos años (1994-96) y en la que tuvo lugar el famoso "pleno de la risa". En 2000 consiguió el cargo de coordinador general de IULV-CA y, ahora, con 59 años, se estrena por fin en el poder. El consejero de Turismo y Comercio, el malagueño Rafael Rodríguez vuelve a la política activa después de haber estado apartada de ella una buena temporada. Con él, se recupera un valor que puede tener mucho que decir cuando este mismo año, Valderas se vea obligado a abandonar el cargo de coordinador de IULV-CA por orden de sus propios eststutos. Y la cordobesa Elena Cortés es la tercer miembro de IULV-CA en el Ejecutivo de Griñán. Esta concejala del Ayuntamiento de Córdoba y portavoz de su grupo en la Diputación sonaba como futura candidata a la Alcaldía, pero ha sido llamada por Valderas para ocupar la Consejería de Fomento y Vivienda. Socióloga, ha protagonizado diversos escándalos públicos como el de hacer sonar una sirena cuando pasaba bajo el balcón de su casa el paso de la Virgen de la Candelaria, el de tildar la bandera española como "trapo de colores" o acudir a una concentración probotellón que su alcaldesa, Rosa Aguilar, había prohibido.

Estos son los miembros que van a dirigir la política de la Junta de Andalucía en los próximos cuatro años al mando del presidente José Antonio Griñán cuya vida, obra y aficiones son de sobra conocidos. Esperemos que tengan buen tino para ejercer su cargo y que Andalucía abandone el vagón de cola que en estos momentos ostenta. Claro que con que redujeran el paro y acabaran con la corrupción institucionalizada, muchos nos daríamos ya por contentos.