www.diariocritico.com
Las verdades de Carod-Rovira

Las verdades de Carod-Rovira

miércoles 17 de octubre de 2007, 21:09h
Pues sí, Josep Lluís Carod-Rovira fue el alma, anoche, de la fiesta televisiva, “Tengo una pregunta para usted” que ofreció la 1 de TVE. Ciertamente, al vicepresidente de la Generalitat de Catalunya le sobraban fruncimiento de ceño, una cierta acritud verbal y le faltaba algo más de la retranca que habitualmente utiliza. Conociendo al personaje hay que constar que se lo pasó en grande, a sabiendas de que su intervención iba a ser, esta mañana, pasto de tertulianos radiofónicos y objeto de un rasgado general de vestiduras.

Conocidas son las tesis políticas de Carod-Rovira y de su partido, Esquerra Republicana de Catalunya, que, como todo en democracia, se pueden compartir o no. Pero, pese a no estar acertado en el tono ni en la forma, el coriáceo independentista catalán dejó sobre el tapete algunas verdades sobre la otra España, esa España de cerca de 13 millones de habitantes que tienen, como el columnista, una lengua materna distinta del castellano.

Josep Lluís Carod-Rovira, filólogo de carrera, anoche hablaba en castellano (con marcadísimo acento catalán, claro), idioma que, por circunstancias históricas, se ha visto obligado --como muchísimos ciudadanos-- a dominar con cierta corrección. No contento con ello, Carod habla –y no sólo en la intimidad—un más que correcto gallego, que lee y hasta procura escribir. O sea, un señor que no comulga con la idea predominante de España, habla tres de las cinco lenguas existentes en el Estado (las otras dos son el euskara y el aranés). Por contrapartida, algunos de los participantes en el encuentro televisivo, los que se llenan la boca con la palabra Es-pa-ña resultaron incapaces de ni siquiera llamarle Josep-Lluís cuando, sin lugar a dudas, a George Clooney –o a otro George, Bush—no le llamarían Jorge.

La queja –con una puesta en escena de pedagogía de choque—de Carod-Rovira puede ser compartida por todos aquellos que, desde otra lengua materna, vemos como día sí, día también, se nos exige sensibilidad y subordinación hacia la lengua castellana dominante, mientras que nuestro bilingüismo funcional no consigue que el resto de compatriotas, los de expresión castellana, al menos pronuncien correctamente nuestros nombres originales. Eso sí, Mariano Rajoy sigue pidiendo el bilingüismo escolar de nuestros niños. Naturalmente, castellano e inglés...
¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (2)    No(0)

+
0 comentarios