¿Está Zaplana?, que se ponga

Lo de la Comisión parlamentaria de Investigación de los EREs fraudulentos de la Junta de Andalucía es lo más parecido a las parodias telefónicas del genial Miguel Gila. ¿Se acuerdan?
-Hola, buenos días, ¿está don Eduardo Zaplana?, que se ponga, que lo llamamos de parte de Ignacio García, el presidente de la Comisión de Investigación de los EREs falsos del Parlamento andaluz para que venga a Sevilla a declarar.
-Usted pèrdone, pero aquí no está ese señor. Esto es un restaurante de Valencia especializado en paellas a domicilio. Si usted quiere una con chorizos no tiene más que encargármela y se la enviamos en media hora a las Cinco Llagas.
-No, gracias, que de arroces y chorizos estamos ya hasta la coronilla. Yo quería hablar con Zaplana y como no sabemos su dirección hemos hecho un pinto pinto gorgorito con el listín valenciano a ver si acertábamos.
-¿Y no se les ha ocurrido preguntárselo a los parlamentarios del PP que forman parte de la Comisión? A lo mejor ellos pueden echarle una mano para localizarlo. Que digo yo que Javier Arenas o Mariano Rajoy es muy posible que tengan su movil o sepan dónde veranea.
-¡Qué va! Si es que el PP no quiere colaborar con nosotros, los de IULV-CA, porque dice que les hemos quitado el Gobierno que ganaron en las urnas el 25-M gracias a nuestra alianza con Pepe Griñán. Unos envidiosos que es lo que son porque está claro que los andaluces querían que el PSOE siguiera gobernando en esta tierra otros cuatro años más para batir todos los récords y que los señoritos fascistas se quedaran aislados en sus cortijos abusando de los parias de la tierra como dice mi camarada Sánchez Gordillo.
-Bueno, bueno. A mí no me dé el mitin telefónico, que he de que sacar adelante una familia y tengo mucho trabajo por hacer y no puedo permitirme el lujo, como ustedes los políticos, de perder el tiempo en tonterías. Si no quiere una paella, llame al chino de la Macarena. Así que lo mejor que hace usted es ponerse en contacto con la Generalitat a ver si tiene suerte. Si quiere yo le doy el número. Adeu.
-No hace falta, ya me lo busca mi compañera secretaria. Salud y libertad, camarada. Viva Andalucía libre.En serio. ¿Ustedes creen que es de recibo que la misma persona que tan sólo hace quince días decía publicamente que en menos de tres meses iban a estar cerrados los dictámenes de la Comisión de Investigación y que alargarla no era sino una estrategia del PP para atacar al Gobierno de Griñán, diga ahora que van a tener que emplear todo el mes de julio para localizar los domicilios de los comparecientes? De chiste.

Y menos mal que algunos de ellos, como el ex consejero Antonio Fernández o el ex director general Francisco Javier Guerrero, están localizados en la prisión Sevilla 2 donde los ha mandado la jueza Mercedes Alaya, que si no, a lo peor había que ir a buscarlos a las Bahamas. Y otros como Pepe Griñán, José Antonio Viera, Mario Jiménez o los consejeros Carmen Martínez Aguayo y Antonio Ávila, sólo tienen que acercarse al Palacio de San Telmo o a la calle San Vicente para preguntar su domicilio. Más difícil va a serle localizar a Manuel Chaves, a Gaspar Zarrías y, sobre todo, a Magdalena Álvarez que todos conocemos sus aficiones a viajar de esta última. Y no digamosa Javier Arenas, desaparecido ultimamente de la faz de la tierra, y a Juan Ignacio Zoido, quien desde que Arenas le dejó el "marrón" de presidir el PP andaluz no para ni media hora enla Plaza Nueva.

Total que visto lo visto y sentados estos primeros precedentes aplazatorios, me da a mí que la famosa Comisión de Investigación parlamentaria de los EREs fraudulentos puede llegar a la Navidad sin que hayan comparecido ante ella ni la mitad de los citados. Sería harto curioso, que todo puede pasar, que la Comisión tuviera que ser interrumpida a medio camino de su trabajo porque Griñán considerara que el pacto con IULV-CA no funciona debidamente y se viera "obligado" por las circunstancias a convocar elecciones anticipadas. Más que una comisión de investigación esto se está pareciendo cada día más a una "co-misión imposible" en la que el mensaje investigador de las responsabilidades políticas por el fraude institucional puede autodestruirse pasados escasos minutos.