Off the record - 19 octubre 2007

CRISIS DE FONDO EN EL CONSTITUCIONAL

En círculos jurídicos empieza a sospecharse que la batalla interna del Tribunal Constitucional es más compleja incluso de lo que a primera vista parece y es general el criterio de que Emilia Casas tiene cada vez más perdido el control de la Institución. No se trata sólo, con ser tan importante, de la cuestión del Estatut catalán y los otros decisivos temas que tiene sobre la mesa. Incluso no faltan quienes sospechan que hay toda una estrategia encaminada a hacer inviable la capacidad de resolución del Tribunal Constitucional para que sus temas recaigan en el Tribunal Supremo.

Quienes se dicen más o menos conocedores de la situación interna opinan que el Estatut catalán saldrá inevitablemente “recortado” en aspectos que son irrenunciables por los nacionalistas, inquietos además por la creciente sospecha de que el Gobierno teme lo mismo y por ello demora el traslado y aplicación de cuestiones especialmente polémicas del Estatut. En Barcelona, el “tripartito” se debilita a ojos vista y lo que empezó con mucho escepticismo en los contactos entre CiU y ERC empieza a cobrar consistencia. Alguna sorpresa, no irreversible pero sí como toque de atención, puede producirse incluso antes de las elecciones generales de marzo.

NO HAY “BUEN ROLLITO” ZP-DÍAZ FERRAN

Todo lo contrario. Hay malestar en La Moncloa con el nuevo presidente de CEOE. Los planteamientos económicos de Gerardo Díaz Ferrán, ubicados en la ortodoxia e inequívocamente liberales, chocan con las alegrías en el gasto del presidente del Gobierno y de los ministros más próximos al mismo. La independencia y fuerte personalidad de Díaz Ferrán no son precisamente del gusto de Rodríguez Zapatero, molesto además por la estrecha amistad del nuevo patrón de patronos con la bestia negra de Ferraz, la presidenta madrileña Esperanza Aguirre, activa liberal y que no se corta un pelo a la hora de “cantar las cuarenta” al lucero del alba, Rodríguez Zapatero incluido.  

SOLBES: UN GUSTO FLEXIBLE POR LA ORTODOXIA

Por mucho que en La Moncloa y en Ferraz digan otra cosa, lo cierto es que ya ni siquiera Rodríguez Zapatero quiere que Pedro Solbes siga al frente de la economía después de las urnas de marzo. Sólo se quiere mantener cierta ambigüedad al respecto hasta las elecciones para evitar el desgaste que puedan suponer los posibles sustitutos, como la alarma que el nombre de Jesús Caldera ha suscitado en los ambientes económicos y empresariales, incluso, o quizá más, en los cercanos al partido socialista.

La puesta en escena tiene elementos divertidos, como la afirmación por Solbes de que le gusta moverse en el espacio de “la ortodoxia económica”, como si pudiera esperarse lo contrario de un responsable de la economía en un país de la Unión Europea. Un destacado dirigente empresarial daba ayer su propia versión de la afirmación de Solbes: “Zapatero quiere que Solbes siga no precisamente porque le guste la ortodoxia, sino por la flexibilidad con que subordina ese gusto a la heterodoxia de su jefe de filas”. La verdad es que, tal como van las cosas en los últimos meses, Solbes saldrá del Gobierno con la imagen muy deteriorada respecto a la que tenía en 2004.

Otra punta del nuevo iceberg anunciado en este Off The Record sobre lo sucedido con Forum Filatélico y Afinsa apunta con la investigación judicial sobre las relaciones entre responsables de estas empresas y de la CNMV. Pero conviene seguir atentos al guión, a la espera de nombres y otras cosas por aparece. Cada vez hay más indicios y no pocos datos de que el complejo asunto no es un iceberg sino todo un banco de hielo sumergido, una apasionante historia en busca de autor. Llega mucha documentación sobre el tema a este Off The Record, pero antes de hacerla pública la estamos sometiendo a un cuidadoso análisis. Merece la pena seguir atentos.

Como los célebres personajes en busca de autor, en el asunto de los sellos hay demasiados actores en busca de identidad y casi nada es como parece, o puedo no serlo. Hay también un calendario necesitado de explicación, un método que debe justificarse en los resultados y unos datos que permitirían evaluar correctamente lo sucedido y que va siendo tiempo de que salgan a la opinión pública. Como en cualquier asunto de esta naturaleza, lo más importante es la transparencia, y sin embargo es lo que menos luce. El escenario es más bien opaco.

¿QUÉ SON INVERSIONES EN BIENES TANGIBLES?

Se ventila además, al ruido estruendoso de los sellos, un tema de mayor amplitud y envergadura, porque afecta a una extraordinaria pluralidad de “bienes tangibles”: joyas, obras de arte, monedas, antigüedades, incluso árboles y animales de granja… La lista es interminable, pero no queda ahí la cosa. Como subraya un distinguido jurista ¿acaso un inmueble no es un “bien tangible”? Por ejemplo, apartamentos o alojamientos turísticos… Vayamos aún más lejos: ¿las inversiones en instalaciones de energía renovable no serán “inversiones en bienes tangibles”?

¿O será sencillamente –como apunta el mismo jurista– que ese confuso concepto de “inversión en bienes tangibles” tiene un origen y un valor sencillamente de marketing y resultará por tanto de difícil o por lo menos compleja adecuación jurídica? A partir de aquí la primera pregunta es bastante obvia: ¿por qué los sellos? Y a cualquiera se le ocurrirá de inmediato una reflexión de confusos perfiles: ¿en qué se parecen y en qué se diferencian los sellos y el papel moneda? Hay largo paño para cortar… (seguirá).

ENERGÍA, TERCER ASALTO

¿Tiene verdaderamente Florentino Pérez una “agenda secreta” energética compartida con el gigante alemán E.ON, como se afirma en solventes informaciones de la prensa económica? ¿Hasta ese punto ha llegado la competencia personal entre Ignacio Sánchez Galán y el presidente de ACS y hombre de los March? ¿Alguien, como se rumoreaba ayer por Madrid, tiene “en depósito” el porcentaje que, mientras no emerja, permite a ACS estar por debajo del 15% de Iberdrola y no comunicar por tanto a la CNMV la participación relevante?

Todavía más. ¿Se manejan solventes informes jurídicos que demuestran que una eventual fusión de Iberdrola y Unión Fenosa, compañía esta última en la que Florentino Pérez controla ya más del 40%, no plantearía problemas reales de defensa de la competencia? Un gigante energético de esta envergadura dejaría muy detrás a Endesa y E.ON ganaría claramente el pulso a ENEL-Acciona, con lo que se habría dado la vuelta al resultado de la más compleja OPA de la historia empresarial española. ¿O hay un proyecto todavía más global y ambicioso en la trastienda?