La vuelta atrás del Islam
martes 18 de septiembre de 2012, 10:10h
Hace
90 años, Kemal Ataturk creó la nueva Turquía sobre las
ruinas del antiguo Imperio Otomano, modernizó el país, separó la
Iglesia del Estado y prohibió el uso público de los símbolos del
Islam.
En
1958, Habib Burguiba dotó a Túnez de su primera Constitución
democrática y moderna, en la que se equiparaban los derechos del
hombre y la mujer.
Entre
1956 y 1974, varios militares árabes dieron sucesivos golpes de
Estado e instauraron regímenes laicos, sometiendo los líderes
religiosos al poder político. Fueron Gamal Abdel Nasser en
Egipto, Muamar el Gadafi en Libia, Sadam Husein en
Irak, y Hafez Al-Assad -padre del actual presidente,
Bashard- en Siria.
Todos
ellos se convirtieron, en mayor o menor medida, en déspotas
sanguinarios merecedores de su deposición. Pero, ¿ha llegado tras
ellos la democracia a sus respectivos países?
En
una comparación histórica no siempre afortunada, el extremismo
religioso de la Europa medieval parece haberse instalado hoy día en
los países islámicos, con guerras de religión, santas
inquisiciones y el sometimiento de los derechos humanos al fanatismo
teológico.
¿Era
eso lo esperado tras la intervención norteamericana en Irak, el
derrocamiento de Gadafi con ayuda europea o la caída del tunecino
Ben Alí y el egipcio Mubarak? ¿Y quién puede
garantizar que se instaure la democracia a Siria después de Bashard
Al-Hassad?
Las
cosas no son, por consiguiente, tan sencillas como lo preveía la
bienintencionada opinión pública occidental. Lo último que está
ocurriendo en muchos de esos países -las violentas algaradas tras
la emisión de un vídeo estúpido y malsano- no hace sino
ratificar aquel aforismo de que el camino al infierno suele estar
empedrado de buenas intenciones.
Diplomado en la Universidad de Stanford, lleva escribiendo casi cuarenta años. Sus artículos han aparecido en la mayor parte de los diarios españoles, en la revista italiana Terzo Mondo y en el periódico Noticias del Mundo de Nueva York.
Entre otros cargos, ha sido director de El Periódico de Barcelona, El Adelanto de Salamanca, y la edición de ABC en la Comunidad Valenciana, así como director general de publicaciones del Grupo Zeta y asesor de varias empresas de comunicación.
En los últimos años, ha alternado sus colaboraciones en prensa, radio y televisión con la literatura, habiendo obtenido varios premios en ambas labores, entre ellos el nacional de periodismo gastronómico Álvaro Cunqueiro (2004), el de Novela Corta Ategua (2005) y el de periodismo social de la Comunidad Valenciana, Convivir (2006).
|
|
|
|