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Rajoy no oculta su rechazo a Ignacio González

Las lágrimas de Figar no le valen la sucesión, pero Génova la prefiere a ella

Las lágrimas de Figar no le valen la sucesión, pero Génova la prefiere a ella

martes 18 de septiembre de 2012, 10:03h
Las imágenes de Lucía Figar llorando lágrima viva y con mucha aflicción en su rostro acompañando a su jefa, Esperanza Aguirre, cuando ésta anunciaba su adiós a la política, han dado la vuelta a todo el país. Génova lo tiene claro: de tener que soportar un sucesor del ala de Aguirre en el PP de Madrid, la prefieren a ella antes que a Ignacio González.

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Del sucesor oficial, Ignacio González, ya lo hemos contado todo: Génova no le ve con buenos ojos y Rajoy es un claro detractor de este relevo en el puesto de presidente de la Comunidad de Madrid. Puestos a tener que someterse al sector conservador que domina el PP de esta región, prefieren a Lucía Figar, actualmente consejera de Educación y Empleo en el Gobierno madrileño con Aguirre.

La 'delfina' oficiosa, que todos daban por sucesora cuando Aguirre anunció que estaba enferma de cáncer y que tendría que afrontar duros tiempos en contra de la enfermedad, tendrá que esperar su momento. Hoy por hoy lo oficial es que el vicepresidente asume el reto de hacer olvidar a una política que ha marcado un antes y un después en el panorama nacional.

El PP no quiere a González porque no olvidan su oscuro pasado judicial. Fue espiado por hombres de la propia Comunidad de Madrid por presunta corrupción en torno al 'caso Gürtel', pero finalmente todas las causas en su contra fueron archivadas. Además, fue el ariete que utilizó Aguirre contra Rajoy para intentar disputarle en 2008 la presidencia del PP nacional.

Por eso en Génova quieren a Figar. De perfil joven y moderado, nació en 1975 y no siempre ha sido una mujer cercana a Aguirre. De hecho, como recuerdan hoy varios medios de comunicación, a Figar se la considera más apegada a Génova 13 que a la dirección del PP madrileño. Tampoco olvida nadie que fue asesora de Aznar en el Departamento de Asuntos Institucionales y está casada  con Carlos Aragonés, ex director de gabinete de Aznar.

Pronto ascendió y fue jefa de Gabinete del secretario general del PP Europeo, del secretario de Estado de Organización Territorial y secretaria general de Asuntos Sociales a sus 28 años. Una vez fuera del Gobierno en 2004 con la victoria de Zapatero, fue Aguirre quien apostó por ella y la integró en su Gabinete (Aguirre gobernaba desde 2003). En 2005 la nombró consejera de Inmigración, en 2007 Consejera de Educación y en 2011 accedió a su actual cargo, consejera de Educación y Empleo.


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