www.diariocritico.com
El hechicero de Rajoy

El hechicero de Rajoy

martes 20 de noviembre de 2012, 14:20h
España perderá habitantes según vaya madurando el siglo, una novedad inevitable que acaba de reseñarse en los pronósticos estadísticos publicados esta semana. El despoblamiento comenzará el próximo año y se reproducirá matemáticamente todos los que vienen. Mediada la centuria, los servicios funerarios tendrán más trabajo que los paritorios y uno de cada tres ciudadanos andará por la tercera edad. Seremos un país de mayores, pasivos la mayoría, atendidos y sufragados por un colectivo cada vez menor de hombres y mujeres activos. La emigración que aquí recale por entonces no será capaz de equilibrar un balance tan desalentador.

También  he sabido que podríamos regalar la carta de residencia a los extranjeros que se compren en España una casa valorada en más de ciento sesenta mil euros. La combinación de ambas noticias, el futuro decrecimiento de españoles y la llegada de propietarios foráneos con españolidad adoptada, me ha sugerido la existencia de algún gobernante empeñado en encontrar la piedra filosofal que convierta nuestras miserias actuales, y las que están por llegar, en realidades saludables y esperanzadoras. Este Director General de Hechicería, oculto en el sótano de cierto ministerio, habría pensado que lo mejor para corregir la curva descendiente de nuestra población, sería importar compradores de viviendas.

Ustedes podrán replicarme, y están en su derecho, que les parece una ensoñación alejada de la realidad la existencia de este personaje en el equipo de Rajoy, pero les puedo asegurar que hay otros asesores y altos cargos dedicados a menesteres mucho más pintorescos. Este buen hombre, muñidor de ideas luminosas y baratas, se habría sentado al calor del hogar, habría enchufado su ordenador portátil y satisfechas las claves de seguridad, completaría la sesión apuntando su invento en una carpeta llamada "qué hacemos para ser más".

Cualquier mortal enfrentado a un requerimiento semejante hubiera pensado en diseñar planes de fomento de la maternidad, en normas impulsoras de la convivencia familiar, en el apoyo logístico y económico que se precisa para traer más españolitos al mundo y en todo lo necesario para incrementar la estabilidad y la confianza en coyuntura tan comprometedora. No se le ocurrió a nuestro mágico burócrata, y si hubiera acontecido lo contrario, pensó que para eso ya estaba la Ministra de Trabajo.

Yo hubiera facilitado el papeleo a la pobre gente que se cuela por las fronteras escapando de su infierno local, habría perdido algún tiempo en idear algún sistema que mejore la vida de los emigrantes laboriosos y cabales que están aquí y solo piensan en volver a casa. Seguramente él también lo hizo, pero descartó las citadas reflexiones para evitarse disgustos con los ministros de Justicia, Sanidad y Economía. Es más que probable que nuestro alquimista se afianzara en su teoría: traigamos compradores de pisos, los españolizamos después y logramos finalmente que se queden. Dejarán en España sus ahorros y seremos muchos más con el mínimo esfuerzo.


Sorprendido por la audacia de la propuesta nuestro químico de referencia, dejó escritas varias advertencias. Comprueben ustedes que los nuevos residentes no militen en las mafias rusas o chinas, que ya tenemos bastante con los que han ido llegando; que paguen al contado y se dejen de créditos, que no vivan de prestado, que gocen de buena salud y no vengan a disfrutar del turismo sanitario, que estén en edad de merecer y presenten a la autoridad los correspondientes certificados de fertilidad. Si esto no fuera así, que se queden donde quiera que vivan.


Cuando el Hechicero de Rajoy repasó la prensa digital de la mañana, no pudo reprimir la sonrisa: el Gobierno había hecho suyos, nuevamente, sus experimentos de alquimia política.
¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (2)    No(0)

+
1 comentarios