Sefarad, la añoranza de España

Iba a escribir un artículo sobre "El Ser de España", en vísperas de las elecciones catalanas, proindependentistas, con la vergüenza de que el fiscal General de Catalunya diga que  lo de Artur Más en la 1ª página de la Vanguardia es radicalmente falsa ¿Como lo sabe?. ¿Se estará ganado el puesto de Miniministro de Injusticia de la Cataluña independiente?. En Madrid y después de la operación policial "Emperador" contra la mafia china, con más de 100 detenciones, entra ellas la del capo Gao Ping, que en realidad se llama Pingao, todos a la calle, por error judicial, el desastre de la crisis, el caso del Madrid Arena y diez mil cosas más que atentan contra España. Todo, a causa del  Régimen que sufrimos desde 1977, por los inmensos errores de Adolfo Suárez en una Constitución que no vale. Pero como me va la marcha, ahora comprendo las palabras sabias de un tal José antonio de que "Amamos España porque no nos gusta" y a pesar que yo esté en  las antípodas de la Falange, no dejo de ser un  liberal patriota. Cuando me ha venido bien como ejemplo de lo que quería expresar, el Tema de Sefarad y el reconocimiento por España de los sefardíes como españoles:
 
Hace algo más de veinte años, en 1989, estaba yo en Jerusalén, sentado delante del Muro de las Lamentaciones, comentando con mi esposa, los avatares del viaje en el que habíamos hermanado nuestro Club Rotario Madrid Ptª de Hierro con el de Jerusalén, cuando un joven que estaba cerca de nosotros, nos oyó hablar en español y nos dijo, no sin un cierto grado de acritud, en ladino, que  él era descendiente de un judío de Toledo, y que todavía guardaban las llaves de su antigua casa. Como habíamos ya convivido con sefardíes, siempre con un alto grado de amabilidad hacia su antigua patria, el rencor agresivo del muchacho, me demostró  la gran injusticia con ellos cometida, aunque difícilmente las llaves servirían para nada, pues probablemente la casa había desaparecido en las brumas del tiempo perdido.
 
Siempre he deseado y he sido proactivo hacia la causa judía, por mi conocimiento de Israel,  por mi amistad, con la Casa Sefarad y con numerosos judíos o projudios en facebook y en twiter. Es más, con mi amigo xueta, el periodista mallorquín Miguel Segura, convertido a la fe judía y aceptado recientemente en la Sinagoga,con quien mantengo una fluida relación a través de nuestros artículos en la prensa y el correo de internet.
 
Hace ya años, en 1982 se abrieron las puertas a la doble nacionalidad para los sefardíes que vivieran dos años en España, aunque hasta hoy con cuentagotas, hay entre 2.800 y 2.900 sefardíes que se encuentran pendientes de que se resuelva su solicitud para obtener la nacionalidad española, según fuentes del Ministerio de Justicia. Desde ayer hay un nuevo procedimiento, presentado  por los ministros de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, y de Exteriores, José Manuel García-Margallo. Se modificará el Código Civil para que puedan mantener la doble nacionalidad, como se permite a los ciudadanos iberoamericanos, filipinos y portugueses.

Todos los sefardíes, descendientes de los judíos que fueron expulsados de España en 1492, podrán adquirir la nacionalidad española de forma automática, vivan donde vivan y siempre que acrediten su condición. Los apellidos, el idioma, la descendencia o la vinculación con la cultura y costumbres españolas podrán ser tenidas en cuenta. Con solo un certificado de la Federación de Comunidades Judías, tras lo que los solicitantes, sus cónyuges e hijos menores gozarán de todos los derechos de protección y asistencia consular en España. Posteriormente, podrán inscribirse en el registro previa jura o promesa de fidelidad a la Constitución y al rey de España. Hace unos años se cifraban en 250.000 las personas que hablan el judeoespañol.
 
Todo proviene de la expulsión de los judíos de Castilla y Aragón en 1492, durante el reinado de los Reyes Católicos. Mientras que Inglaterra y Francia habían expulsado a los judíos en 1290 y 1394, en los reinos hispanos habían acogido a un gran número de hebreos, aunque en 1391 se habían producido matanzas de judíos en Sevilla, Barcelona, Lérida, Valencia y Mallorca, de la que voy a hablar seguidamente, pues es mi tierra y hace ya algunos años escribí un articulo en la Ultima Hora de Palma de Mallorca titulado "Tots som xuetes" incorporándome a ese grupo denostado, aunque por mi apellido no perteneciera al mismo, aunque estoy convencido que entre mis ascendientes que conozco desde 1430, muchas esposas llevaban apellidos como mínimo sospechosos como el de Bennassar etc. aunque no me importaría serlo.
 
Los chuetas, (de xua=tocino) conforman un grupo social de la isla de Mallorca, descendientes o no, de una parte de los judíos mallorquines conversos al cristianismo y de los cuales se ha conservado conciencia colectiva de su origen, por ser portadores de alguno  apellidos, dados por la nobleza cuando su conversión obligada en 1391 después del asesinato de más de 300 de ellos. Pues,  en una sublevación de campesinos  contra la clase señorial y aristocrática, refugiados en el castillo de Bellver, los nobles se las arreglaron para que las iras del pueblo se volvieran contra los judíos y asaltaran el Call (judería) y los que no escaparon  a Livorno o a Génova, fueron bautizados en la Catedral, y eran tantos, que lo hicieron con cubos de agua bendita, recibiendo el apellido de sus padrinos, muchos de ellos los mismos nobles que eran causa de su genocidio.  Por ello no se pudo saber, quiénes eran conversos y quiénes no. A terminar con  el resto contribuyeron  las predicaciones del San Vicente Ferrer en 1413 y la conversión de los restos de la comunidad judía de Mallorca, en 1435.
 
Fue, siglos más tarde cuando fueron acusados en las condenas inquisitoriales por cripto-judaísmo en el último cuarto del siglo XVII, perseguidos por los dominicos que lograron encontrar a unos treinta, falsamente  acusados, de mantener su religión judía, lo que no se pudo probar más que en tres de ellos, quemados vivos en la Plaza Gomila de hoy. Sus apellidos fueron colgados como sambenitos en las paredes del Convento dominicano hoy Parlamento Balear. Históricamente estigmatizados y segregados, por lo cual, y hasta la primera mitad del siglo XX, han practicado una estricta endogamia, que llegué a vivir de niño, con mis compañeros xuetes del colegio. Hoy en día, entre 18.000 y 20.000 personas en la isla son portadoras de alguno de estos apellidos, es decir de los condenados en el XVII. Pues cuando la expulsión de 1492 el Virrey de Mallorca informaba de que no había judíos en la isla.
 
Hoy, en plena tregua, con  los terroristas palestinos de Hamas, tal vez los israelíes engañados por Obama y Hillary Clinton además del Presidente todopoderoso de Egipto, Mohamed Mursi, viven el drama de su supervivencia. Es el momento oportuno, de que nuestros connacionales sefardíes sean reconocidos y nos ayuden a mantener nuestra patria, España, a salvo de cantonalismos y egoísmos secesionistas, vascos y catalanes, pues España sin ellos, no será España y nosotros, los españoles: personas sin patria ni destino.