Los enfermos crónicos no siempre son 'viejos'...

... pero uno de nuestros objetivos es que "puedan llegar a serlo". Con demasiada frecuencia se utiliza, incluso por profesionales sanitarios de prestigio, gestores y políticos, estos dos vocablos "crónicos" y "viejos" como sinónimos, cuando la realidad y la epidemiología nos demuestra lo contrario, a pesar de que nuestra pirámide de población esté invertida gracias al aumento logrado en la esperanza de vida al nacer. Y entiéndase que utilizo a conciencia la palabra "viejo" con todo el respeto y la consideración que merecen las personas mayores, a pesar de que haya sido denostada con frecuencia. Llegar a "mayor", a ser "anciano" o "viejo", es algo que todos queremos lograr, siempre que podamos disfrutar de la vida, de nuestra familia, de nuestros nietos.

Ahora que tanto se habla de la sostenibilidad del Sistema Sanitario, de los recortes, de los modelos de gestión de la sanidad pública, del euro por receta, de lo que tendremos que pagar por una ambulancia en determinadas ocasiones, de las peonadas, del peligro del puesto de trabajo, del riesgo de no poder obtener "una plaza fija", poco o nada se habla del papel tan importante que deberían desarrollar los profesionales de enfermería formados durante cuatro años en nuestras universidades, en una Facultad de Enfermería, que además pueden llegar a ser especialistas y obtener el título de Master y Doctorado. Aunque a decir verdad, de lo que si hablan casi todos los gestores, que entienden de "gestión eficaz", y cada vez más políticos, es de la importancia que cobra la Educación para la Salud para poder mantener nuestro Sistema Sanitario Público, aunque lo hagan refiriéndose a esta disciplina, como la importancia de la prevención.

Y es justamente en este punto donde los profesionales de enfermería deberíamos cobrar un protagonismo indiscutible: en la prevención primaria por supuesto, con el fomento y la promoción de la salud, pero también en la prevención secundaria con el diagnóstico y tratamiento precoces, pero sin olvidar la importancia de la prevención terciaria, donde es fundamental el seguimiento eficaz de los pacientes diagnosticados de una enfermedad crónica.

Si hablamos de gestión eficaz, tendremos que referirnos a la importancia que tiene el hecho de saber "optimizar" tanto los recursos materiales como los recursos humanos, y sinceramente creo que ha llegado la hora de que podamos demostrar eso que tantas veces se ha dicho de forma teórica de que "los profesionales de enfermería son el verdadero motor de la sanidad pública". Pues manos a la obra. Los enfermos crónicos, diagnosticados por los médicos y todo su equipo, tanto en el Centro de Salud como en el Hospital, deberían ser "controlados y seguidos" por los profesionales de enfermería de la Atención Primaria, siempre trabajando en equipo con el Médico de Familia, porque sin duda cuentan con la formación necesaria para ello.

Una persona diagnosticada de diabetes, hipertensión, esclerosis múltiple, enfermedad celiaca, epilepsia, asma, dislipemia, osteoporosis, artrosis, parkinson y otras muchas enfermedades, necesita de un seguimiento profesional adecuado y continuo, pero no siempre en el Hospital y por el médico especialista. Si este seguimiento y control fuera responsabilidad de la Atención Primaria, trabajando en equipo con la Atención Hospitalaria, y con una atención domiciliaria exquisita, seguro que conseguiríamos esa eficacia y esa eficiencia de la que tanto se habla en estos momentos. Podríamos de esta forma disminuir la mortalidad, la morbilidad, los ingresos innecesarios, los reingresos tan discutibles, las largas estancias hospitalarias y en definitiva, los costes de la sanidad; y por supuesto que estaríamos contribuyendo a mejorar la calidad de vida y el estado de bienestar de los pacientes, así como el grado de satisfacción tanto de ellos como de las familias, y el nuestro propio como profesionales sanitarios.

Pero...¿a quién hemos de convencer de esto? ¿por qué cuesta tanto trabajo convencer a algunos médicos, a los gestores sanitarios o a los políticos? Sinceramente creo que "para convencer, hemos de estar previamente convencidos". ¿Estamos convencidos nosotros, los profesionales sanitarios y especialmente los de enfermería, de que podemos y debemos reclamar esta responsabilidad?. La sociedad en definitiva necesita, y nosotros mismos también, una inmediata respuesta para contribuir a conseguir la sostenibilidad del Sistema Sanitario Público entre todos.
 
 
Dr. Jesús Sánchez Martos
Enfermero y Médico
Catedrático de Educación para la Salud
Universidad Complutense de Madrid