www.diariocritico.com
Guarderías

Guarderías

miércoles 30 de enero de 2013, 09:52h
Si los políticos hicieran  bien  todo lo que intentan, el mundo sería  mucho mejor de lo que es.  Y si cumplieran  solo el cincuenta por ciento   de lo que prometen en las campañas electorales, estaríamos  ya en  el paraíso.  Desafortunadamente, todos sabemos que no es así.

Las  dudas al respecto, no tienen más que contrastarlas con una madre española  con  hijos   menores de 3 años. Inmediatamente después de dar a luz, uno de los principales  problemas que tiene una madre  trabajadora  en  cualquier lugar es  determinar qué hace con sus hijos, si tiene la suerte de que  sus jefes no han buscado un resquicio legal para ponerla  de patitas en la calle  por su nueva situación. Por supuesto que jamás aducirán  su  reciente maternidad  como  causa del despido o de la rescisión del  contrato, pero  lo cierto es que  es legión el número de mujeres   jóvenes españolas que pierden su puesto de trabajo   entre el momento de su embarazo y  un año después de dar a luz a su hijo.

Si, por el contrario,  tienen la suerte de conservar su trabajo, el problema ahora es  resolver un nuevo dilema: encontrar guardería, o contratar  una cuidadora en casa. En el primero de los casos, la vía es doble:     guardería pública, empresa casi imposible, por la escasez de plazas; o privada, en cuyo caso deberán dedicar entre un 50 y un 60 por ciento de un salario   medio para poder satisfacer las cuotas mensuales.

Si  la opción tomada  es contratar a una niñera, deberá pagar a esta  prácticamente el salario mensual íntegro que la mujer percibe. Todo sea por la familia, porque conservar un puesto de trabajo  en los tiempos que corren es una decisión más que acertada y, aguantar así tres años, hará posible    mantener el puesto de trabajo y, de paso, obtener una plaza de educación infantil   de forma obligatoria, y por tanto, asegurada por las administraciones, en cualquier centro público de la localidad de residencia del niño y de los padres, o próxima al centro de trabajo de alguno de los dos.
Más números

En 2008, el Gobierno  socialista de Zapatero impulsó el Plan Educa3,  que preveía la construcción, hasta finales de 2012, de 300.000 plazas públicas en escuelas infantiles para niños menores de tres años. A mediados de 2011, sin embargo, apenas se habían construido un 23% de las plazas prometidas.
 
Cuando estaba en la oposición, el PP prometió la construcción de 400.000, pero los datos económicos encontrados bajo la alfombra, el déficit, la cercanía del precipicio  y los recortes sin piedad consiguientes, han afectado también a la educación y el día que se alcance la cifra prometida habrá de ser en 3 ó 4 años más de los previstos. 

El problema, sin embargo, está ahí porque en  España y  en los últimos 20 años,  se ha duplicado la cifra de trabajadoras de 20 a 49 años. Alternativas ya existen, pero todas ellas pasan  por incrementar el presupuesto dedicado a la educación y, por el camino de la crisis que  todos estamos recorriendo, ejemplos como el de Finlandia o Dinamarca, que podrían servirnos como modelos, están muy lejos de poder alcanzarse. En el primero de los países citados, las escuelas infantiles públicas son gratuitas  desde el principio y, además, existe  la posibilidad de que  los padres puedan cuidar personalmente de los niños quedándose en casa y, en este segundo caso, recibirían un subsidio (el equivalente al 60-70% de su sueldo) hasta que el menor de todos sus hijos cumpla tres años. Cuando son más mayores pueden además solicitar otra subvención para pagar a una niñera. En Dinamarca, mientras, una de las opciones es contratar a especialistas educativas que cuidan a varios niños de distintas familias en una casa.

Los jóvenes padres españoles pueden luchar por una de estas opciones, pero  con la conciencia  de que    no  podrán ser aplicadas a sus hijos -al menos si aspiran a ser realistas-, sino, y con un poco de suerte, a sus nietos.

José-Miguel Vila

Columnista y crítico teatral

Periodista desde hace más de 4 décadas, ensayista y crítico de Artes Escénicas, José-Miguel Vila ha trabajado en todas las áreas de la comunicación (prensa, agencias, radio, TV y direcciones de comunicación). Es autor de Con otra mirada (2003), Mujeres del mundo (2005), Prostitución: Vidas quebradas (2008), Dios, ahora (2010), Modas infames (2013), Ucrania frente a Putin (2015), Teatro a ciegas (2017), Cuarenta años de cultura en la España democrática 1977/2017 (2017), Del Rey abajo, cualquiera (2018), En primera fila (2020), Antología de soledades (2022), Putin contra Ucrania y Occidente (2022), Sanchismo, mentiras e ingeniería social (2022), y Territorios escénicos (2023)

¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (2)    No(0)

+
1 comentarios