La Delegación del Gobierno ha explicado que el detenido acudió a una conocida tienda de la ciudad, mostrándose en todo momento muy nervioso, circunstancia que despertó el recelo de los empleados que, de hecho, ya conocían a esa persona de haber visitado el negocio en varias ocasiones anteriores, sin comprar nunca nada.
Al parecer, el detenido pasó a uno de los probadores con dos camisetas, percatándose una de las empleadas, cuando esta persona salió, que en el suelo se encontraban tiradas las alarmas antihurto de dichas prendas, motivo por el cual trató de retener al detenido, que logró zafarse y huir del establecimiento.
Ante estos hechos, otros dos empleados de la tienda salieron en persecución del detenido, que pese a ser alcanzado en la calle, no desistió en su actitud forcejeando con el personal de la tienda, llegando a tirar a uno de ellos al suelo, así como profiriendo diversas amenazas.
En ese momento un policía nacional fuera de servicio que se encontraba paseando por la zona, al percatarse de lo que estaba ocurriendo, intervino de forma inmediata, identificándose y separando al autor de los hechos, haciéndose cargo del mismo hasta que al lugar llegaron agentes uniformados de la Policía Nacional.
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