jueves 07 de marzo de 2013, 07:54h
Respiremos.
La principal industria nacional no corre peligro. España repite como el destino
turístico preferido por los europeos a la hora de planificar sus vacaciones para
2013, por delante de Italia y Francia. Un 12 % de los ciudadanos de la Unión
Europea tiene previsto pasar un periodo
de descanso en España.
El año
pasado rozamos los 60 millones de visitantes. Este año podamos mantener esta
cifra, e incluso superarla, porque con la crisis España es un destino mucho más
asequible aún. Lo hemos dicho muchas veces, un país que cada año puede acoger
perfectamente a 60 millones de visitantes, no puede ir a la ruina.
España
es una gran potencia mundial en equipamientos turísticos, hostelería e
industria del ocio. Sabemos cómo tratar al visitante, y sobre todo, y esto es
lo más importante, sabemos lo que hay que hacer para convertirlo en un cliente
fiel.
Esto no ha sido un regalo del cielo. Ha
sido el fruto de un esfuerzo continuado por mejorar la capacitación
profesional, la competitividad, la innovación y el servicio esmerado. España es
una inmensa tienda con sus puertas abiertas todos los días del año, y el público
no deja de acudir. Turismo de verano, turismo de vacaciones, turismo de salud,
turismo de negocios, turismo de convenciones, turismo deportivo, todo sirve
para prestigiar la marca España y aumentar nuestro nivel de ingresos.
Llevamos décadas así, en constante
mejora. El turismo resistió los embates del durísimo 2012, y por lo que prevén
las últimas encuestas, seguirá haciéndolo en el 2013. Nuestra primera industria
conoce el secreto de combatir con éxito a la crisis. Tomemos buena nota, porque
ahí se encuentra la salida.