Cataluña honra a S. Allende

Benach visitó la capital chilena con motivo de la celebración del X Encuentro de Casals Catalans del Cono Sur, que se desarrolló durante tres días y finalizó el sábado con la participación de los Casals de Argentina, Brasil, Ecuador y Chile.

En el Cementerio General de Santiago el político catalán depositó una ofrenda floral en la tumba de Allende, acompañado por Marcia Tambutti, una de las nietas del gobernante socialista chileno, quien murió en el palacio La Moneda el 11 de septiembre de 1973, durante el golpe militar que encabezó Augusto Pinochet.

Posteriormente, en el mismo cementerio Benach visitó el monumento a la memoria de los detenidos y desaparecidos durante la dictadura de Pinochet (1973-1990), donde también están los restos de las víctimas que han podido ser identificadas.

Durante el régimen de Pinochet, fallecido en diciembre del año pasado, más de 3.200 personas murieron a manos de agentes del Estado, de las que unas 1.200 permanecen aún en las listas de detenidos desaparecidos.

Ernest Benach consideró su visita a la tumba de Allende "un gesto emotivo para todos los que creen en la democracia, la libertad, la justicia y el derecho de las personas", dijo a los periodistas. A su juicio, Salvador Allende "es un referente, porque representa todos esos valores".

Marcia Tambutti, por su parte, consideró "un honor" compartir ese momento con Benach y expresó su admiración y agradecimiento hacia Cataluña por la solidaridad que siempre demostró hacia los chilenos, desde el día mismo del golpe de Pinochet.

Ernest Benach, en el último día de su paso por Chile, visitó también la Fundación Salvador Allende y el Museo de la Solidaridad que lleva el nombre del fallecido mandatario chileno, que reúne más de dos mil obras donadas por artistas de todo el mundo, entre ellos los catalanes Joan Miró y Antoni Tàpies.

En esta visita, Benach fue acompañado por el pintor de origen catalán José Balmes, quien llegó a Chile tras la guerra civil en el "Winnipeg", un barco conseguido por el poeta Pablo Neruda que trajo a Chile a 2.500 emigrantes.

La Fundación Salvador Allende tiene como sede desde el año pasado una casa que durante la dictadura de Pinochet fue cuartel de la policía secreta.