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EREs al Supremo y Griñán a Madrid, dos pájaros de un tiro

EREs al Supremo y Griñán a Madrid, dos pájaros de un tiro

lunes 06 de mayo de 2013, 19:37h
En estos momentos, la política andaluza gira en torno a dos asuntos que, anque parecen distintos y distantes, tienen mucho en común. Por un lado siguen las investigaciones de la jueza Mercedes Alaya en torno al escándalo de los EREs fraudulentos de la Junta donde la reciente Operación Heracles ha abierto nuevos rumbos y nuevas líneas de sumario que podrían ampliar el número de imputados hasta más en centenar, llegando, incluso a personajes que hasta el momento parecían intocables. Por otro, la crisis abierta en el seno del PSOE en busca de un sucesor para Alfredo Pérez Rubalcaba, puede depender, y mucho, de lo que ocurra en las próximas semanas con la instrucción de la jueza Alaya. Y es que ambos asuntos tienen en común un protagonista en la sombra, Pepe Griñán. quien, pese a estar apartado del principal foco de atención, es muy posible que juegue un papel importante en su desarrollo y ejecución final. Un final que pasaría indudablemente por la imputación de José Antonio Viera, el traslado del Caso ERE al Tribunal Supremo y la petición, solicitada por un buen número de dirigentes socialistas andaluces por aclamación, de que el presidente del partido, José Antonio Griñán, se hiciese cargo del mísmo hasta la celebración de las primarias. Y no se olvide que Andalucía supone cerca de la cuarta parte de la militancia total del PSOE.

A eso se llama en román paladino, matar dos pájaros de un tiro y es lo que persiguen algunas cabezas pensantes del equipo de Griñán en San Vicente y en San Telmo. Afirma Griñán que: "No tengo ningún pensamiento de trasladar mi política a la política nacional, ya estuve en política nacional mucho tiempo, me volví a Andalucía y aquí me quedo", mientras Fernando Rodríguez Villalobos, presidente de la Diputación de Sevilla y del PSOE provincial, ha apostado por el presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, para liderar el Partido Socialista en España. "Yo creo -añade- que ahora mismo, más que nunca, lo necesitamos los socialistas, porque es una persona muy honesta, que no está donde está para conseguir ningún objetivo en lo que se refiere a aspirar a un cargo de responsabilidad mayor". Claro que para eso, Griñán debe de descargarse de una vez por todas del peso de los EREs fraudulentos sobre su gestión. Y eso sólo ocurriría si Mercedes Alaya deja por fuerza mayor la instrución del sumario. Como dice el refrén, miel sobre hojuelas para el PSOE-A.

Veamos. Hagamos una especie de juego de imaginación que contemple algunas de las posibilidades con las que están barajando ciertos asesores del presidente de la Junta. Supongamos (que es mucho suponer) que el PSOE andaluz proporcionara bajo cuerda a la Policía, a la Guardia Civil o a la jueza indicios concluyentes de que el entonces consejero de Trabajo y secretario general del PSOE sevillano, José Antonio Viera estaba implicado directamente en la concesión de algunos EREs en la zona de la Sierra Norte de Sevilla. Supongamos (que es mucho suponer) que la jueza Alaya los analiza y, pese a todas las consecuencias que sabe que esta decisión puede acarrearle, decide imputar al senador sevillano. Por su condición de miembro del Senado, el caso pasaría al Tribunal Supremo. Dada la complicación del asunto y los miles y miles de folios del sumario, mucho me temo que el escándalo dormiría el sueño de los justos en el Alto Tribunal y Griñán se vería libre de suspecha para poder llevar a cabo sus objetivos sin ninguna sombra de duda.

El siguiente paso sería el de ganarse la adhesión de muchos dirigentes descontentos con el actual equipo de Pérez Rubalcaba. Desde Carmen Chacón a Tomás Gómez pasando por algún que otro líder rebelde como el gallego o el extremeño. Con ellos y con el apoyo casi total de la Federación andaluza, Griñán tendría e sus manos todas las bazas para hacerse con el control del PSOE, bien personalmente, bien a través de alguna marioneta que él colocase como sería el caso de Mario Jiménez. No me extraña que, en estos momentos, Griñán niegue la mayor, es decir, que asegure que él no se presentará a las primarias. Dadas las actuales encuestas, el candidato que sustituya a Rubalcaba tiene bastantes papeletas para estrellarse. Por ello es preferible colocar a alguien que se queme hasta ganar el suficiente tiempo como para poder llegar al poder con garantías y, con el apoyo, claro de Izquierda Unida. El experimento andaluz le ha servido de experiencia.

No crean que se trata de política ficción. Algunos dirigentes socialistas andaluces ahora fuera del juego político consultados me han dado la razón. Saben que Griñán no da puntada sin hilo y que está trabajando en urdir una espesa tela de araña que le conduzca hasta el final del camino. Solo hay que darle tiempo al tiempo.  
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