www.diariocritico.com
Varas de medir

Varas de medir

lunes 13 de mayo de 2013, 11:35h
Los gringos no sienten demasiado interés por el mundo exterior, y suelen reducirlo a cuatro tópicos, valga el estereotipo. Antes fue el New York Times con sus reportajes caricaturizando la miseria en España. Ahora es The Daily Telegraph quien dramatiza la situación; trata de cargarse la Unión Europea dando patadas al euro en el culo de España. Cuando uno ve películas de Hollywood sobre México o España, al sur del río Bravo siempre es Día de Muertos y sólo hay calaveritas y fiesta, los colombianos son todos narcos y viven en una fiesta de carnaval y en las ciudades españolas, aunque sea a orillas del río Guadalquivir, todos los días del año se corren los encierros de San Fermín y hay fiesta y más fiesta. Peste de Hemingway.

Y peste de Jason Richwine; el doctor en Política por la Universidad de Harvard con una tesis del 2009 sostiene en ella las diferencias genéticas de inteligencia entre "razas", señalando a los "hispanos" o "latinos" como una categoría racial de bajo CI. Uno de los estereotipos de Richwine es la existencia de "razas". Otra es que los test de inteligencia sirven para algo. Richwine había pasado desapercibido hasta la difusión de sus ideas en el Washington Post. Richwine también ha escrito artículos en la página Web "AlternativeRight.com" fundada por Richard Spencer, un "nacionalista" republicano, según dice de sí mismo, presidente del Instituto para la Política Nacional, un ""Think tank" para "americanos blancos" ubicado en Montana.

El primer test para medir el CI, el Stanford-Binet, se creó en 1905, cuando en los Estados Unidos se extendió la preocupación por las aptitudes y habilidades de los inmigrantes. Se agrupaban las diferentes nacionalidades bajo etiquetas raciales, como "eslavos" o "hispanos". Los individuos originarios de Asia, o del este y del sur de Europa, como los españoles, conseguían menores puntuaciones que otros europeos. Pasó algún tiempo, pero al fin algunos investigadores cayeron en que la falta de habilidades lingüísticas con el inglés perjudicaba a los inmigrantes; sin embargo eso no pareció afectar a la percepción que tenían los investigadores de su propio CI, encantados, como estaban, de haberse conocido.

También las personas de color conseguían menores puntuaciones, fundamentando en los años 20 una visión eugenésica; se vinculaban las aptitudes y habilidades con la genética y al racismo. Hubo que esperar un par de décadas para empezar a resaltar la importancia crucial del entorno, el analfabetismo funcional y los condicionantes socioeconómicos de cada familia en los resultados de esos test.

Ahora las "novedosas" tesis de Richwine son esgrimidas por la fundación conservadora "Heritage" con propósitos electorales, economicistas y de política migratoria. Según ellos los inmigrantes hispanos tienen menos educación y menor CI, ganarán menos dinero y serán más onerosos para el sistema de beneficencia norteamericano. Conservadores republicanos consideran poco oportuno ese mensaje en un momento en que su partido trata de pescar votos en los caladeros hispanos y asiáticos. Es el caso del senador por Florida Marco Rubio cuyos padres, sin estudios, emigraron desde Cuba.

Pero el trasfondo ideológico neoliberal de estos test y sus conclusiones es el mismo que tiene el ministro Wert sobre la educación, la segregación por sexos y las revalidas propuestas en su ley. Simple mentalidad de contable y anteojeras de animal de tiro para ver la educación como un mero ejercicio de puntuación y calificaciones. Como reducir la inteligencia a un simple test. ¿Qué miden esos test? ¿Inteligencia o más bien miden la capacidad de responder bien a ese tipo de test? ¿qué tipo de inteligencia es? ¿Cuál es el peso del factor socioeconómico en los resultados? ¿Alguien tiene en cuenta que los superdotados suelen fallar en esas pruebas por puro aburrimiento? Tal vez ese sea el problema de los hispanos; se aburren con los test y prefieren estar siempre de fiesta, ya sea del Día de Muertos, de carnaval en Barranquilla o en los encierros de San Fermín.

Neoliberales. Como si todo se pudiera cuantificar en las columnas del debe y el haber hasta cuadrar el saldo. Segregar niños y niñas mejorará sus notas y el beneficio contable de sus calificaciones, pero les limitará como personas, condicionará su desarrollo psicológico y perjudicará la socialización. En Afganistán o en las residencias del Opus, donde los hombres jamás tratarán con mujeres eso puede no ser importante. Pero en la vida cotidiana de la mayoría de los españoles es fundamental.

Las revalidas para fomentar la competitividad entre los colegios, como quiere Wert, son como los test para medir la inteligencia con criterios raciales. Un colegio público, ubicado en una zona marginal, socioeconómicamente heterogénea, con alumnos cuya lengua materna puede no ser el español, no alcanzará nunca los mismos resultados que un colegio privado ubicado en un barrio de clase media-alta seleccionando al alumnado con sus cuotas. Así los exámenes-Wert serán solo otra forma de maquillar el fracaso escolar. Los colegios enfocarán sus enseñanzas a las asignaturas y los contenidos de esas revalidas, y sólo a eso. Los alumnos con menor puntuación serán derivados a la formación profesional. Los otros podrán cursar estudios superiores. Wert, encantado también de haberse conocido, podrá presumir de las calificaciones de muchos alumnos y del éxito de su reforma, como presumen los supremacistas blancos en Montana de su inteligencia racial, ignorando que mientras sus antepasados nórdicos no conocían más arquitectura que precarias cabañas y balbuceaban anglosajonadas, los mayas, al sur del río Bravo, levantaban templos, palacios y ciudades, habían desentrañado los misterios de la astronomía con complejos calendarios cíclicos abarcando miles de años y eran matemáticos expertos en el uso del cero, un concepto desarrollado también en la India y llevado por los árabes a la retrasada Europa medieval junto con el ajedrez y el álgebra.
¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (2)    No(0)

+
14 comentarios