Los detractores del matrimonio homosexual volvieron a echarse a las calles de París este domingo en la primera manifestación convocada tras la aprobación en Francia de la ley que autoriza a personas del mismo sexo a casarse y a adoptar niños.
La marcha, en la que han participado 150.000 personas, según la policía y más de 1 millón según los organizadores, estuvo vigilada por un amplio dispositivo policial después de que citas similares se hayan radicalizando tras la aprobación de la ley. Y en esta ocasión volvieron los altercados. Al finalizar la concentración, unos cientos de personas se enfrentaron a las fuerzas del orden.
Antes de estos disturbios se registró otro incidente en la sede del Partido Socialista (PS) en París, donde una veintena de militantes de extrema derecha entraron sin permiso y desplegaron una banderola en el tejado en la que podía leerse: "
Hollande dimisión". La policía los desalojó sin que la situación pasara a mayores.
El resto de la jornada, que coincidía con el Día de la Madre en Francia, transcurrió sin incidentes.
Nicolas Sarkozy la describió desde la misma concentración como "familiar, pacífica y paternal", recoge EFE.
Pancartas, música y banderas marcaron el tono general de la protesta, que en Francia se conoce como "manifestación para todos", eslogan que se asemeja a quienes reivindicaban el "matrimonio para todos".
"Queremos defender absolutamente la ley de la familia y la filiación, porque un niño es el resultado único de la unión entre un hombre y una mujer", explicó a Efe una manifestante que aseguró que la protesta no es homófoba pero que "hay que defender las cosas normales y no normalizar las que están fuera del circuito y son un poco contra natura".
La adopción de menores por matrimonios homosexuales, extremo que contempla la ley y avaló el Consejo Constitucional, es uno de los puntos que más molestan a sus detractores.
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