"Destensionar"

Un importante dirigente político recomendaba ayer "destensionar" todo. "Estamos en la UCI", decía a sus interlocutores. Y tiene razón: o metemos un poco de calma y sosiego en este panorama político o acabamos todos en el agujero. Sólo una pega, el diccionario dela Real Academia española de la Lengua no incluye la palabra destensionar. Mala señal, muy mala. Hay multitud de definiciones y acepciones de tensión y apenas una para distensión. Malo, muy malo. Y los significados de distensión que cualquiera de nosotros conoce son más médicos que políticos. ¿Necesitamos un médico, un cirujano o un psiquiatra? Se admiten apuestas porque, de momento, lo que tenemos son contables internos y controladores externos que sólo miran donde se puede recortar más. Aunque te dejen sin oxígeno.

Pero es verdad que necesitamos quitar tensión a casi todo. Los informativos de las televisiones y los periódicos son una batidora de malas noticias que te pueden provocar una depresión incurable. ¿No hay una sola buena noticia que llevarse a la boca? Los programas de debate son mucho peor. No hablan, se agreden. 

Cualquier día Gallardón se inventa otra ley para censurar los debates en televisión, lo mismo que quería hacer con los sumarios judiciales. Un buen amigo, masón en sus ratos libres, dice que en las tenidas que practican -un debate sobre cualquier tema- está prohibido interrumpir al que está en uso de la palabra. No veo ningún futuro a la masonería en España si uno no puede cortar a su "contrincante" ideológico y rebatirle sus argumentos antes de que los exponga.

El Parlamento -el nacional y los autonómicos, especialmente si es uno nacionalista- es otro ejemplo de tensión permanente. Desde la oposición se mantienen los mismos argumentos que la oposición anterior tenía cuando gobernaban los que ahora son oposición. Ya sé que no es fácil entenderlo, pero es así. La oposición se opone por sistema, aunque el Gobierno tenga razón. Y el Gobierno impone aunque no la tenga. Destensionar... Pues tiene razón mi amigo el político, pero le auguro poco éxito. Si Rajoy no consigue "destensionar" a los suyos, imagínense ustedes lo que puede conseguir con los adversarios.

El día que Rajoy llame a los líderes políticos de todos los partido, en manada o de uno en uno, para dialogar juntos, buscar soluciones, establecer acuerdos, ceder todos y construir juntos, en lugar de destruir por separado, tal vez esto funcione y los ciudadanos recuperen su confianza en la clase política. Pero me temo lo peor. Aquí nadie quiere quitar tensión a nada, todo lo contrario. Y un día vamos a salir de la UCI para ir al cementerio. Espero equivocarme.

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