Pese a todo, el bipartidismo sobrevive

La última encuesta del CIS no ha ofrecido especiales novedades en la medida que confirma una tendencia que se mantiene a lo largo de los meses. Una vez más, los dos grandes partidos caen en intención de voto. Siempre en relación a las últimas elecciones generales, El PP pierde un 12% y con la que está cayendo, el PSOE no coge aire y hoy su porcentaje en intención de voto estaría en un 1,5% menos que en Noviembre de 2011 que fue cuando obtuvo los peores resultados de la historia. A día de hoy y con la encuesta del CIS en la mano, ambos partidos absorberían en torno al 60% del electorado. Muy lejos de ese más del más del 80% que han llegado sumar, pero aún así, el bipartidismo resiste.

Teniendo en cuenta la profunda crisis económica, las tasas de paro, los acontecimientos relacionados con la corrupción y demás males que nos aquejan el bipartidismo sobrevive. Y lo hace porque aun cuando tanto Izquierda Unida como UPyD continúan en tendencia ascendente-- el partido de Cayo Lara llegaría a un 11,5% y UPyD alcanzaría un 8,8%-sus porcentajes, por mucho que hayan mejorado, no son lo suficientemente contundentes como para entonar el réquiem por el bipartidismo. Otra cosa es que sientan una legítima satisfacción.

Por el contrario, ni populares ni socialistas pueden estar contentos y de los dos grandes partidos, el más preocupado debería ser el PSOE. Es verdad, y así lo recuerdan tanto de Génova 13 como desde la calle Ferraz, que las encuestas realizadas a mucha distancia de las elecciones hay que tomarlas con distancia, que hay que tener en cuenta los porcentajes de abstención que llegado el momento podrían ser menores y a esto sumar, el porcentaje que ni sabe ni contesta. Todas estas consideraciones hay que tenerlas en cuenta, pero lo que se valora es la tendencia. La constante, la tendencia confirmada es que tanto PP como PSOE bajan en intención de voto.

Como es natural, el Gobierno es el catalizador de todos los descontentos y teniendo en cuenta sus antipáticas medidas y la fatiga que produce la crisis el que haya retrocedido un 12%, siendo mucho, no es para llevarse las manos a la cabeza. ¿Se podía esperar algo distinto?. Dado el clima existente, algunos pensábamos que el retroceso iba a ser mayor. Sin embargo, el Gobierno y el PP no deben dormirse en los laureles. No hay partido ni político que no lea y valore las encuestas y aunque es un valor entendido que la actual mayoría absoluta del PP es absolutamente irrepetible, los populares tendrán que sacar algunas conclusiones. Y una de ellas podría ser, quizás, llegar a la conclusión de que si bien el paro y la crisis es lo que realmente agobia a la ciudadanía, no hay que despreciar la política que es algo más distinto a la pura gestión económica por prioritaria que esta sea. Los primeros que demandan la "política" son los propios militantes, simpatizantes y buena parte -algunos no lo serán nunca más-- votantes del PP y prueba de ello es que para todos ellos, la intervención de Rajoy en el pleno del da 1 fue una enorme rendija por la que tomar el oxígeno que les estaba faltando en los últimos meses.

Pero ¿y el PSOE?. Si la tendencia a la baja del PP no debe ser tomada a broma por el partido en el Gobierno, en el PSOE se deben tomar muy en serio lo que les está ocurriendo. Quienes le abandonan no se van en bloque a Izquierda Unida o a UPyD. No. Se quedan en casa y es ese chorreo de desaliento el que tienen que frenar. Ni Bárcenas , ni la reducción de becas, ni el paro ,logra que los enfadados con el Gobierno giren su mirada hacia ellos. Nada de lo que desgasta al Gobierno está ayudando a que los socialistas salgan del agujero.  Y deben hacerlo porque una cosa es la sana y necesaria pluralidad y otra muy distinta correr el riesgo de que el bipartidismo, factor de estabilidad de todas las democracias asentadas y serias pueda saltar por los aires.

De momento y, afortunadamente, el bipartidismo sobrevive.