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El primo de Zumosol

El primo de Zumosol

lunes 19 de agosto de 2013, 19:35h
Estoy seguro que se acordarán del anuncio que hizo furor hace una década en el que el debil niño objeto de las burlas y los abusos de unos más grandes avisaba a su primo el de Zumosol y aparecía una especie de armario ropero de tres por cuatro en camiseta ajustada para poner las cosas en su sitio. Además estoy también seguro de que todos hemos vivido alguna vez una situación similar a lo largo de nuestra vida en la que una pandilla de matones nos ha obligado a poner pies en polvorosa para evitar males mayores. Bueno pues con Gibraltar está pasando algo parecido no sólo en estos momentos, sino desde que firmamos con el Reino Unido el Tratado de Utrecht, allá por 1713. Ahora el niñato que está dando por culo tirando piedrecitas en la Bahía y que se merece una bofetada bien dada se llama Fabián Picardo, pero da igual, sus antecesores han hecho lo mismo o algo similar desde que acabó la Segunda Guerra Mundial sin que nadie les rechiste Y el primo de Zumosol, en este caso, se llama David Willians Donald Cameron y su Royal Navy, que merodea por puertos cercanos, acogiéndola en nuestra propia casa, para hacer notar su presencia antes de que los pescadores del Campo de Gibraltar, el Gobierno español o quien sea le dé el merecido zopapo al fanfarrón de Picardo. Y ahí está el problema. Nosotros, los españoles, no sólo no tenemos primo de Zumosol a quien llamar para que nos ayude sino que, además, nos peleamos entre sí para intentar sacar provecho propio del conflicto. Uno ya casi ni se acuerda de cuando los españoles éramos el primo de Zumosol de Europa, allá por los siglos XVI y XVII con los primeros Austrias, que no había quien nos tosiera, pero llegaron los Borbones y caímos en desgracia pasando a la segunda división, pero sí recuerda que, salvando las diferencias, seguimos siendo el primo de Zumosol cuando, como ocurrió con el islote de Perejil, quien intenta meterse con nosotros son los marroquíes.Y es que en todas partes cuecen habas.

El problema es cómo salimos de una situación que se está complicando sin tener que huir con el rabo entre las piernas y envainarnosla. Creo que el Gobierno de Mariano Rajoy está llevando las cosas bastante bien dentro de las escasas posibilidades de entendimiento que existen. Hay que pararle los pies a Picardo y eso sólo se consigue impidiendo legalmente, con controles estrictos y regulares, el paso de vehículos por la frontera del Peñón y el contrabando indiscriminado de tabaco del que viven muchos a un lado y otro de la verja. Hay que controlar a aquellos ciudadanos gibraltareños y a aquellas empresas que viven en la urbanización de lujo de Sotogrande pero tienen sus negocios en Gibraltar y, si hay que cobrar una tasa de entrada y salida, se cobra y punto. Todo menos volver a hacer el indio como hizo Zapatero creando una "buenista" comisión negociadora tripartita. ¿Cómo que tripartita? Picardo que se limite a decir sus tonterías del infierno congelado y esas chorradas amenazantes. Aquí los únicos que tienen que discutir algo son los Gobiernos de España e Inglaterra como representantes legales de lo firmado en Utrecht. Y deberán de ser los organismos internacionales de Justicia, ya sea la UE, la ONU, el Tribunal de La Haya o quien tenga jurisdicción, quien decida la legalidad o no de los bloques de hormigón arrojados en aguas españolas, del bunkering en el Estecho, del tráfico ilegal de capitales, del contrabando de tabaco o de la ocupación de las aguas territoriales para hacer bloques de viviendas en una zona protegida. Y mucho me temo que Cameron, el primo de Zumosol, mueva sus peones para consentirle que el niñato de la Roca siga haciendo de las suyas.

Y no hay vuelta de hoja. Me parece muy bien que los pescadores, que son quienes se juegan el pan de cada día con las destrucción sistemática de sus caladeros, amenacen con realizar otras acciones de protesta más contundentes que las llevadas a cabo el domingo. Pero me da la impresón de que Picardo no se va a dejar amedrentar y puede forzar una situación bastante peligrosa si a alguna patrullera gibraltareña le da por arremeter contra algún pesquero o contra la Guardia Civil que los custodia. El artículo X del Tratado de Utrecht dice:«El Rey Católico [Felipe V], por sí y por sus herederos y sucesores, cede por este Tratado a la Corona de la Gran Bretaña la plena y entera propiedad de la ciudad y castillos de Gibraltar, juntamente con su puerto, defensas y fortalezas que le pertenecen, dando la dicha propiedad absolutamente para que la tenga y goce con entero derecho y para siempre, sin excepción ni impedimento alguno». Al no hablar de las aguas, se da por sentado que sólo son las del puerto, pero Gibraltar se ha adueñado de las que le rodean así como de varias franjas costeras ganadas al mar para construir su aeropuerto sin que los organismos internacionales hayan dicho ni pio. La pregunta es: ¿Por qué Gran Bretaña devolvío Hong Kong a China y no devuelve Las Malvinas o Gibraltar a Argentina o España? Lo dicho, quien no tiene un primo de Zumosol, ha de aguantarse con lo que venga. Ya se sabe, ajo y agua.
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