Fuego amigo graneado

   En la Real Academia Española de la Lengua y en el transcurso de una sesión que tardará en ser olvidada -asistían los 22 directores de la respectivas academias iberoamericanas- Juan Luis Cebrián, consejero delegado del Grupo Prisa -empresa cuya afinidad al Partido Socialista está en la memoria de todos-, criticó con tanta dureza como razón una iniciativa estulta del PSOE: el fomento gratuito de  un error ortológico (paragoge), que consiste en la adición del fonema "z" al final de ciertas palabras empleadas en los mensajes de la campaña electoral de José Luis Rodríguez Zapatero, candidato a la Presidencia del Gobierno.

   La mencionada campaña fue presentada en su día por José Blanco -hombre muy dado, por cierto, a sembrar sus discursos de epéntesis. Criticó Cebrián en público y en su presencia al presidente del Gobierno y eso le honra porque lo que abunda en España es la genuflexión ante los poderosos. Ni que decir tiene que en Madrid no se habla de otra cosa que la nueva andanada de "fuego amigo" recibida por Zapatero. A los políticos se les llena la boca cuando hablan del idioma español. Se llenan la boca con todo tipo de hipérboles, pero en cuanto uno se descuida saltan de la hipérbole al hipérbaton. Así las cosas, bien está que de vez en cuando alguien les de un tirón de orejas.