Ha nacido otra estrella

Si hasta hace escasos días preguntabas en los círculos políticos y periodísticos madrileños quién era la mujer más influyente de Andalucía, el noventa por ciento te contestaría sin dudarlo que la juez Mercedes Alaya y si ponías sobre la mesa el nombre de Susana Diaz te miraban con cara de poker, ponían gesto de incredulidad y lo más que te decían es que era una "niñata" sin futuro, una advenediza colocada en la Presidencia de la Junta por Pepe Griñán tras su veloz renucia al cargo y su huída al Senado por la crisis de los EREs. Pero como ocurre con los toreros, que no se consagran hasta triunfar en la Maestranza o en Las Ventas, Susana, que lleva ya un mes como presidenta sin que se haya notado demasiado su prometido cambio, no ha sido reconocida por los "gurús" de los medios de comunicación hasta que ha intervenido en el Foro Nueva Economía en la capital de España. 

"Ha nacido una estrella", era el titular que muchos medios utilizaron tras escuchar sus críticas a Rodríguez Zapatero sobre la crisis y el Estatut, sus veladas alusiones al cutre liderazgo de Alfredo Pérez Rubalcaba y su claro enfrentamiento al PSC y a su lider, Pere Navarro, por apoyar una tercera vía soberanista para Cataluña que, desde Andalucía, se contempla como algo imposible de asumir. Lo primero, las tonterías de Zapatero, es una evidencia difícil de ocultar; lo segundo, la nulidad de Rubalcaba, es lo que comparte buena parte del PSOE andaluz, incluído su padrino Griñán, y lo tercero, la independencia de Cataluña, no es sino el eco de lo que piensa la inmensa mayoría de los andaluces. Tampoco ha roto ningún molde, ni ha dicho nada que no supiéramos al Sur de Despeñaperro, ni ha asumido riesgos y promesas que fuesen difíciles de realizar. Sin embargo, ahí la tienen, como si, de la noche a la mañana, hubiesen descubierto un hallazgo político de primera magnitud en Susana Díaz. Por cierto, que la presidenta continúa sin saber nada de los EREs fraudulentos de la Junta por más que siga pregonando que pretende acabar con la corrupción "venga de donde venga".

Tal fue la repercusión de la intervención de la presidenta andaluza en el hotel Ritz que algunos la colocaron como la gran alternativa a Rubalcaba al tildar su discurso como digno del principal lider de la oposición. Por desgracia no estuve presente en el acto, pero sí he leído su intervención y, sinceramente, tampoco me parece que Susana Díaz haya sido una Demóstenes. Ocurre, claro está, que los periodistas madrileños que desconocían sus antecedentes políticos plagados de intervenciones en mítines y agrupaciones locales, se han visto sorprendidos por una treinteañera (aún no ha cumplido los 40) que tiene el respaldo de la principal federación socialista de España, la andaluza, y que, además, es practicamente la única miembro (¿o es miembra?) del partido que gobierna la primera comunidad española aunque nadie la haya elegido y aunque haya heredado el puesto de un padrino que es uno de los responsables del mayor escándalo de corrupción de nuestra reciente democracia.


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