miércoles 27 de noviembre de 2013, 08:14h
Mariano Rajoy Brey dijo de Carlos Fabra que era un ciudadano
ejemplar. El presidente y sus acompañantes le defendieron hasta el último
momento, hasta el último instante en el que por fin cayó todo el peso de la ley
sobre esta dinastía.
Para Rajoy Luis Bárcenas era también un ciudadano ejemplar.
Al que el presidente y los suyos defendieron hasta que se les volvió en contra.
Sabedor de que había evadido dinero, tras la regularización, el Presidente del
Gobierno le mandaba mensajes de aliento.
Para Rajoy Ana Mato es una ciudadana ejemplar. Daba igual
que no denunciara los regalos que recibía de una trama corrupta. Que fuera
sorda y no notara la llegada del jaguar a su casa todas las noches, no es
motivo para dudar de ella.
Porque para el Presidente del Gobierno son ciudadanos
ejemplares todos aquellos que estaban, estuvieron y están a su alrededor. Fue
ciudadano ejemplar también Jaume Matas hasta que se demostró lo contrario.
Por eso, para Rajoy todos son ciudadanos ejemplares y,
precisamente, la mayoría de la población piensa que sirven para eso: como mal
ejemplo.
Los que sin embargo sí son ciudadanos ejemplares es la
mayoría de la población. Aquellos que se pasan el día trabajando, levantándose
a primera hora y acostándose haciendo cuentas. Trabajadores de sol a sol, en la
oficina o en el campo, en la industria o en la administración.
Los desempleados también son ciudadanos cuyo ejemplo de
búsqueda y paciencia no está recompensado con nada. Cuya tensión diaria de no saber
su futuro, de no tener qué ganar, siembra de dudas a toda la política española.
Por eso, los que son ciudadanos ejemplares son los vecinos.
Los que limpian las escaleras. Los que pagan a hacienda. Los que dan clase y
los que la reciben. Los que defienden a los niños, a los mayores y a los más
necesitados.
Son ejemplares los que emprenden, los que innovan, los que
exportan. Los que trabajan, los que ayudan, los que aman. Ciudadanos ejemplares
en este país sufrido hay por todas partes.
Lo malo es tener un Presidente del Gobierno que llama ciudadano
ejemplar a Carlos Fabra, o a Bárcenas, o a Matas. Ciudadano ejemplar, sin
embargo, es usted. Y aquel. Y aquel otro que conforma algo que llamamos
España.
@AntonioMiguelC