El plan de Rajoy para Cataluña
domingo 26 de enero de 2014, 14:40h
Mariano Rajoy, presidente del PP y del
Gobierno, ha ido a Barcelona a un acto de su partido, en el que no
aportó propuestas concretas sobre la llamada cuestión catalana. Días
antes, en una entrevista en televisión había dicho que tenía un plan
para Cataluña, que no iba a revelar.
La prensa de derechas de Madrid ha jaleado al presidente del Gobierno y el diario El País
y la prensa catalana han denostado al también líder del PP por no
ofrecer soluciones o alternativas al reto independentista de Cataluña.
En resumen: nada nuevo, ni en la política ni en los medios.
¿Es verdad que Rajoy
tiene un plan? Si lo tiene, puede guardar relación con alguno de estos
tres escenarios: 1) frenar por tierra, mar y aire la ola
independentista, sin descartar el choque de trenes; 2) negociar -con o
sin el apoyo del PSOE- una salida integradora, se supone que distinta de
la actual situación, para que pueda ser aceptada por los catalanes, y
3) no hacer nada pero impedir que pueda pasar algo, sin que haya choque
de trenes.
La primera
opción tiene mala pinta, ya que entraña muchos riesgos; tal vez
demasiados. La segunda, se supone que basada en un cambio
constitucional, podría ser la mejor y la más asequible para un gobierno
fuerte del PSOE o incluso para un gobierno de concentración nacional,
formado por PSOE y PP, pero no parece tan al alcance del PP en
solitario. La tercera, en cambio, es la más fácil, e incluso es más del
estilo de Rajoy, un abanderado de que nunca pasa nada y un convencido de que si algo pasa, tampoco pasa nada.
¿Y cuál es la
tercera opción? Podría ser la que los portugueses llaman la 'bomba
atómica', que en su caso es competencia exclusiva del presidente de la
República; léase, anticipar elecciones. Si Mariano Rajoy ve las
cosas muy complicadas tras el verano, a punto de cumplir su tercer año
de mandato, puede dar por agotada la legislatura, convocar elecciones y
dejar a catalanes y socialistas en fuera de juego, cumpliendo así su
palabra de que siendo él presidente del Gobierno ni habrá consulta ni
independencia de Cataluña. Ni siquiera elecciones autonómicas
plebiscitarias en Cataluña, que en el mejor de los casos sufrirían un
retraso, al prevalecer la convocatoria de las generales. Para el PP todo
serían ventajas: los socialistas no tendrían hechas sus primarias ni
tendrían tiempo para hacerlas y los catalanes, en ausencia de
referendum, no votarían en autonómicas plebiscitarias sino en clave de
generales, donde como de todos es sabido nunca ganan los nacionalistas y
menos aún los independentistas.
Fundador y editor de Mundiario, también es columnista de la agencia Europa Press. Tertuliano de TVG y Radio Galega, colabora en La Región. Dirigió Capital, Xornal y La Voz de Galicia. Ex director editorial de Grupo Zeta. Autor del libro Cómo salir de esta. Coeditor del Anuario del Foro Económico de Galicia.
Twitter: @J_L_Gomez
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