Tiburones en río revuelto
miércoles 29 de enero de 2014, 18:50h
Hace unos días asistí al acto anual de la entrega de los premios que la
Asociación de la Prensa de Sevilla concede con motivo de la festividad
de San Francisco de Sales, patrón de los periodistas. Este año, el
quinto de la ya larga crisis que azota a la profesión y la está dejando
para el arrastre, los homenajeados han sido, entre otros los
trabajadores de El Correo de Andalucía, el periódico decano de la prensa
sevillana que ha estado a pique de un repique de echar el cierre por
defunción gracias a la desastrosa gestión de sus últimos dueños mas
preocupados por hacerse autopropaganda y relanzar su imagen y sus
negocios que por defender la libertad de prensa y el derecho a la
información. Hasta ahí, nada que objetar. Los periodistas de El Correo,
profesionales donde los haya, han mantenido una dura batalla durante
muchos meses, trabajando sin cobrar y resistiendo los embates de la
crisis, en lucha por su empleo y por la supervivencia de un periódico
que, desde que era propiedad de la Iglesia, ha sido clave en la historia
de la capital de Andalucía en los últimos cien años. Ahora, ha sido un
empresario onubense proveniente del sector de los seguros, Antonio
Morera Vallejo, quien se ha hecho cargo de la deuda millonaria del
periódico y pretende relanzarlo. Nada que objetar y "chapeau" para un
personaje polémico que sabe que este negocio de la comunicación conlleva
unos riesgos que a nadie se le ocultan.
Y es que en esta època
de rios revueltos son muchos los empresarios desaprensivos, los
tiburones de las finanzas, que han visto claro que la posibilidad de
adquirir a bajo precio un medio de comunicación (todo a un euro) podría
ser la solución para presionar a las administraciones públicas a apoyar
algunas de sus inversiones que tenían en contra a diversos sectores de
la sociedad. Es lo que le ocurrió al anterior propietario de El Correo,
el empresario extremeño Alfonso Gallardo quien pretendió utilizarlo para
conseguir vía libre de la Junta al oleoducto que quería unir el puerto
de Huelva con su refinería en Badajoz. Para ello en 2007 le compró al
Grupo Prisa editor del El País, sus periódicos en Andalucía, a saber, el
diario Jaén y El Correo de Andalucía que, junto al Odiel de Huelva, le
convirtieron en el tercer grupo mediático de la comunidad tras Vocento y
el Grupo Joly. Al frente del consejo de El Correo, Gallardo colocó al
ex presidente de la Junta, José Rodríguez de la Borbolla. Su apuesta
mediática no le sirvió, sin embargo para lograr sus pretensiones
empresariales y, tras acumular pérdidas, decidió desembarazarse de sus
periódicos en 2012, dejando de pagar las nóminas de los empleados de El
Correo y fichando a un conocido "broker" extremeño procedente de Vocento
y especialista en "liquidar" empresas en crisis, para que buscara un
comprador del periódico sevillano. Al final ha sido Morera Vallejo quien
ha asumido de deuda y ha comprado el rotativo salvándolo
momentáneamente del cierre.
La pregunta ahora es si al nuevo
dueño de El Correo el mueven sólo intereses altruistas o si, como su
antecesor, busca con su compra utilizarlo en su propio beneficio que,
según algunas fuentes, no sería otro que el conseguir el reconocimiento
de una sociedad, la sevillana, que pese a los éxitos empresariales del
Grupo Morena&Vallejo, aún no ha concedido a su creador por más
medallas que le haya concedido la Junta de Andalucía al empresario de
Chucena. Ojalá y me equivoque, pero me da la impresión que todos los
dueños que ha tenido El Correo desde que dejó de pertenecer al
Arzobispado, han ido buscando más o menos lo mismo. Habrá que esperar si
el nuevo dueño del rotativo puede aguantar las pérdidas acumuladas que
arrastran todos los medios de comunicación o considera que su
mantenimiento en pro del lavado de imagen requiere un excesivo precio
que no le compensa pagarlo.
Es para lo que han quedado la gran
mayoría de los medios de comunicación en el río revuelto de la crisis.
Lo que menos importa es estas alturas, diga lo que diga tanto el
presidente de la APS, como la presidenta de la Junta de Andalucía, es la
defensa de la libertad de información y la democracia. Para la
presidenta de la Junta, Susana Díaz, "los profesionales de
El Correo supieron que estaban defendido su dignidad y ellos y un
empresario con coraje han hecho posible que este periódico siga cada
mañana en los quioscos". Díaz se refirió a los periodistas como a
"obreros intelectuales de incalculable valor social", incidiendo en que
"la
libertad y el compromiso con la veracidad no son condiciones
ocasionales sino que deben acompañar siempre el ejercicio de la política
y el periodismo". "Periodismo y democracia avanzarán juntas o caerán
juntas", destacó..Palabras y solo palabras. Muy bonitas, eso sí. Como
las que todos los días utilizamos los periodistas en los medios
escritos, en las radios, en las teles o en internet. Aquí, los tiburones
van a lo suyo y los profesionales de la información les importamos un
carajo. Al tiempo