Susana vs Juanma, primer asalto

Los nuevos tiempos que corren en la política andaluza tras la celebración del XIV Congreso del PP-A se me antojan como una especie de combate de boxeo entre dos aspirantes que luchan por hacerse con un título para el que, de momento, ninguno de los dos ha conseguido legitimación popular. Si Moreno Bonilla está de presidente regional del PP y candidato por el "dedazo" de Mariano Rajoy, Susana Díaz está al frente de la Presidencia de la Junta por el "dedazo" de Pepe Griñán. Ambos tienen que hacer méritos y necesitan cuanto antes un respaldo en las urnas que justifique sus nombramientos. De momento, algo parece estar cambiando en San Fernando, sede regional del PP andaluz, con la llegada de la nueva Ejecutiva comandada por Juan Manuel Moreno Bonilla. Se ha pasado de la pasividad y las sempiternas críticas al contrario sobre los EREs y la corrupción institucionalizada, a recuperar la iniciativa ofreciéndole a la presidenta de la Junta un poker de iniciativas sobre puntos claves para conseguir acuerdos entre los dos grandes partidos de la comunidad sobre los graves problemas que afectan a Andalucía. Algo es algo. Que ambos los firmen es otra cuestión. 
Por lo pronto, el próximo lunes los dos púgiles que lucharán por la Presidencia de la Junta en las próximas elecciones autonómicas se verán por primera vez las caras en el Palacio de San Telmo. Será, como no puede ser de otra manera, de un asalto de tanteo, de un cruce de guantes y declaraciones para averiguar si el contrincante está a la defensiva o se muestra dispuesto a fajarse en el cuerpo a cuerpo. La cita la ha pedido Juanma y rapidamete la ha aceptado Susana que, de momento, juega en casa y con los árbitros a favor y quiere saber cuanto antes cuales son los puntos débiles de su adversario. Del resultado de esa primera entrevista se podrá dilucidar qué estrategia futura esgrimen ambos boxeadores y si están dispuestos a superar diferencias partidistas para afrontar juntos los principales problemas que, como el paro, el déficit educativo o la corrupción, están minando la credibilidad de los ciudadanos en sus representantes.

Porque, claro, la primera y maratoniana reunión que tuvo la nueva Ejecutiva popular en la sede regional del partido el pasado lunes tuvo como punto clave la elaboración de una especie de hoja de ruta que habrá de seguir Moreno Bonilla en los próximos meses para darse a conocer entre sus posibles votantes andaluces. Una hoja de ruta que no depende tanto de sus propias intenciones y las de su joven equipo sino de lo que decida su rival a la hora de agotar la legislatura o adelantar las elecciones autonómicas. Ahí parece estar la clave de este combate que de antemano parece ganado a los puntos por Susana Díaz. La presidenta, que se sabe favorita y es consciente de su superioridad actual, no le va a permitir a su adversario que extreme su preparación recorriéndose pormenorizadamente todos los pueblos andaluces y consiguiendo un cartel que tanto trabajo le ha costado a ella alcanzar en sólo medio año de mandato. Sabe también que Juanma Moreno es todo un experto en políticas sociales -esas políticas que el PSOE considera como algo propio- y que se conoce al dedillo, desde el puesto de secretario de Estado de Servicios Sociales e Igualdad que ha ejercido en esta Legislatura, lo que la Junta ha hecho con el dinero que le ha dado el Gobierno central estos dos años para estos asuntos claves en el desarrollo de una buena campaña electoral. Y, por último, Susana también sabe que a su contrincante, hijo de emigrantes hecho a sí mismo, no puede atacarle con la demagogia habitual y caduca del señoritismo que tanto esgrimió su antecesor Pepe Griñán contra Javier Arenas.

Pese a que las apuestas están en estos momentos diez a uno a favor de Susana, se me antoja que si los asesores de ésta optan por aplazar mucho tiempo la fecha del combate hasta agotar la actual legislatura, Moreno puede llegar en plenitud de forma y si no por KO, sí ganarle a los puntos. Ello conllevaría, para volver a gobernar, un nuevo pacto con IULV-CA que exigiría esta vez un bocado del pastel mayor para apoyarla. Quien sabe si pasados unos meses, Juanma Morenono se convierte en un nuevo Cassius Clay que acabe sopresivamente con el largo reinado socialista. Se han cumplido ahora 50 años de aquel mítico combate entre Clay y Sonny Liston que sacudió el mundo. En política, como en el boxeo, por muy difícil que parezca, todo puede ocurrir. Una victoria por KO de Moreno sobre Díaz, al menos "sacudiría a toda Andalucía" tras casi cuarenta años de gobiernos socialistas y, por ende, al resto de España. Habrá que estar atentos a la jugada.