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¿Con quién hablaba por teléfono, señor Rajoy?

¿Con quién hablaba por teléfono, señor Rajoy?

martes 08 de abril de 2014, 20:04h
¿Con quién hablaba por teléfono el presidente Rajoy cuando fue reprendido por el diputado de IU señor Concubiela por no estarle prestando atención? Por la Cámara corrió el rumor de que el interlocutor era Pérez Rubalcaba, aunque no me consta que, en esos mismos momentos, el líder socialista estuviese también al aparato (lo que, por lo demás, tampoco sería extraño: también Rubalcaba ha caído en esa enfermedad del wasapeo constante, caiga quien caiga y lo que caiga). Ojala hubiese sido cierto: sé que el presidente del Gobierno y el secretario general del PSOE se hablan bastante -"no tanto como dicen", asegura Rubalcaba-y mantienen una buena sintonía en lo referente al diagnóstico del problema catalán, pero no, ay, en lo tocante a las soluciones: los socialistas insisten en que hay que reformar la Constitución para que en ella quepan algunas aspiraciones de los catalanes que se sienten representados por la Generalitat, mientras que el PP, oficialmente al menos, nada -o casi nada-- quiere saber de reformas en la Carta Magna. Y, sin embargo...
 
Y, sin embargo, me parece que ha llegado la hora, tras este debate inoperante, de plantearse muy seriamente un consenso al menos 'a dos' (PP y PSOE) para una reforma de la Constitución, no solamente en algunos aspectos del Título VIII, dedicado a las autonomías. Ese debería ser el resultado, a no largo plazo, de este debate en el que los representantes del Parlament (de una parte del Parlament) catalán mostraron poca cintura, escasas ideas de futuro más allá de la secesión, nula flexibilidad más allá de las buenas y educadas palabras.
 
Ahora se puede: se puede incluso llegar al acuerdo (insisto: entre PP y PSOE y quien se apunte) de propiciar el necesario referéndum de reforma 'profunda' de la Constitución haciéndolo coincidir con la disolución de las cámaras que, en cualquier caso, habrá de hacerse en noviembre del año próximo para dar paso a las elecciones generales. Pero, claro, hay que hablar, negociar y consensuar mucho. Casi un Gobierno de coalición 'de hecho', que es algo que, en cualquier caso, viene haciendo mucha falta en este país nuestro llamado, pese a quien pese, España. Sería la respuesta adecuada a las pretensiones de Artur Mas, sus inductores y sus seguidores.
 
Pero lo dicho no es más que un deseo, compartido por muchos, situado casi en la utopía: a nuestros representantes políticos quizá les falta grandeza y valor para siquiera atisbar tales aguas profundas. En lo aparente, la reseña del debate,  me parece que no hubo, a primera vista, avance alguno en el larguísimo debate parlamentario donde todos dijeron más o menos lo mismo de siempre, aunque en las reseñas haya titulares para todos los gustos. Lo cierto es que los 'enviados especiales' del Parlament catalán no fueron más allá de los lamentos habituales -con mayor altura Joan Herrera que sus dos compañeros de aventura--, Rajoy no avanzó un paso sobre su 'no' tajante a las pretensiones de los representantes de Artur Mas, y Rubalcaba lanzó su semilla reformista de la Constitución al vacío, como es ya costumbre. Los demás, en su línea, con un Durán que sigue siendo uno de los mejores parlamentarios de la Cámara y que obviamente no se cree su papel -está más cerca de Madrid que de Barcelona, creo, aunque, naturalmente, debe alejar de sí tal sospecha--, una Rosa Díez que representa las antípodas de cualquier nacionalismo periférico, con una IU lanzando mandobles --¿cuál es, en realidad, la posición de Cayo Lara en el conflicto catalán?--, con los nacionalistas vascos haciendo de nacionalistas vascos...y con algunas lamentables intervenciones 'plurilingües' de miembros del grupo mixto.
 
Dirá usted, querido lector, que simplifico mucho lo ocurrido en tantas horas de debate parlamentario. Lo admito: así de simple fue la cosa, que, no obstante, se presentaba casi como el acto parlamentario del siglo. Uno más, con final claramente anunciado y con el president de la Generalitat ausente, en plan 'capitán Araña'. Seguimos sin hacer Política así, con mayúscula. A lo mejor, Rajoy hablaba por teléfono con algún contestador automático...O no, que diría el propio Rajoy.
 

- El blog de Fernando Jáuregui: 'Cenáculos y mentideros'>>
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