El día después al día que no pasó nada
miércoles 09 de abril de 2014, 12:40h
Rajoy
hace encuestas telefónicas durante el debate para tomar el pulso a la sociedad
catalana.
Ayer
volaron los hashtags a favor de la votación. #queremosvotar #volemvotar
#congreso #Consulta #Debatetv3 #PresidenMas y un largo etc.
Los
líderes políticos se ofrecieron por los medios explicando sus posiciones ante
el NO rotundo del Gobierno. Actividad máxima aprovechando la oportunidad para
hacer campaña.
Albert Rivera, líder de ciudadans, formación en
pleno crecimiento integral al amparo del proceso soberanista, ha manifestado su
oposición al desencuentro de ayer. Asegura que lo que Catalunya necesita son
profundas reformas, y no controversias innecesarias. Así lo ha declarado en
numerosos medios. Incluso ha afirmado que habrá elecciones anticipadas.
Alicia
Sánchez Camacho, Presidenta del PP catalán, ayer aseguró que sería capaz de
dejar Cataluña. Mariano Rajoy asegura que él sabe lo que necesitan los
catalanes, pero, ¡si no les deja hablar! Dicen desde la ciudad condal y
alrededores.
Por
su parte, los afines a la causa han repartido juego y argumentos para
contrarrestar el NO mayúsculo del Congreso.
El
líder ascendente y mejor valorado de Cataluña, Oriol Junqueras (ERC) se
apresuró a decir que este gesto del Congreso no frenará el proceso que ya está
iniciado. Hay otras vías que se seguirán estudiando para que Cataluña pueda
decidir- ojo que no dice para que Cataluña sea independiente.
Donde
unos ven democracia en la votación de ayer, otros ven falta de ella por la
ausencia de diálogo. Si
el Congreso es un lugar de entendimiento y diálogo, ayer se convirtió en un
espacio de reprimendas y ausencias.
Por
contar anécdotas, mientras hablaba el portavoz de ICV, Joan Coscubiela,
presidente y vicepresidenta estaban hablando por teléfono. Síntoma de la ausencia
de interés por escuchar. Aunque fuentes no contrastadas de PP justifican ese
hecho argumentando que estaban haciendo encuestas telefónicas sobre la consulta
soberanista. Yo no me lo creo.
Ayer
TV3 dedicó una tarde-noche al análisis de un debate que no se produjo. La
audiencia fue alta, hay interés, y este interés va aumentando como lo hace la
falta de empatía. Los analistas políticos aseguraban que el Estado español
oprime, amordaza, se hace el sordo y mira para otro lado ante una realidad
latente. Combustible más que inflamable para generar controversia.
Por
su parte, los digitales nacionalistas han fiscalizado sus mensajes en la escasa
flexibilidad y la altivez del Gobierno escondiéndose en la Constitución. Y
los medios internacionales como "The New York Times" "
Finanancial Times" "The Wall Street Journal" han fijado su
atención en la votación de ayer. Todos coinciden en la ausencia de
entendimiento ante un proceso imparable.
De
todas formas hoy Cataluña ha despertado con un gran Sol pero con los
mismos problemas; la misma tasa de paro, los mismos recortes, pero eso
sí, un poco más indignada porque considera que no le dejan decidir sobre su
futuro.