Las 'susanadas' de la presidenta

El próximo 7 de mayo, en pleno ecuador de la Feria de Sevilla, se cumplirán exactamente ocho meses de la toma de posesión de Susana Díaz como primera presidenta de la Junta de Andalucía. Han pasado por lo tanto casi doscientos cincuenta días desde que juró el cargo gracias al apoyo de 58 votos favorables del PSOE e IULV-CA y al rechazo de 48 diputados del PP. Desde entonces todos los andaluces, sea cual sea nuestra ideología y posicionamiento político, estamos esperando como agua de mayo algún hecho palpable que respalde ese cúmulo de promesas que presentó en su sesión de investidura. Porque en todo este tiempo, la gran Susana se ha limitado a hacer lo que ya venían haciendo sus antecesores en el cargo, Manuel Chaves y Pepe Griñán, es decir, prácticamente nada. Susana dijo a primeros de septiembre de 2013 que iba a combatir implacablemente hasta el final la corrupción "esté donde esté y venga de donde venga" y a devolverle a los andaluces los cientos de millones de euros desaparecidos con el fraude de los EREs. Si combatir la corrupción institucional es que la Policía, la Guardia Civil o la juez Mercedes Alaya investiguen un día sí y otro también nuevos casos de fraudes y chanchullos como el de los cursos de formación que nos han costado a los andaluces otro puñado de millones, 'aviaos' estamos. 

En cuanto a la promesa de devolución del dinero de los EREs, ¿alguien ha visto que la Junta haya repartido algo que no sean palabras? ¿le ha tocado a usted algún euro en este sorteo de los ciegos? Porque hay que estar por lo menos ciego, sordo y mudo para no haber visto ni oido ni uno de los numerosos enjuagues que se han hecho en la Junta durante los últimos diez años. ¿Devolver el dinero? Si hasta los pisos que los socios de Izquierda Unida les dieron a los famosos "okupas" de La Corrala se los han tenido que quitar. Vamos que en estos ocho meses, tanto aquí en Andalucía, como en Madrid, en Barcelona, en Bilbao o en Bruselas. Susana sólo ha dicho  lo de siempre, es decir, "susa-nadas". Tanto que la RAE va a tener que incluir este 'palabro' en la próxima edición del Diccionario con una definición que podría ser, más o menos, "Susanadas.- "Sonadas Intervenciones públicas de la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz. En general, dícese del discurso metafórico y quimérico de cualquier político gobernante de izquierdas, ya sea en un desayuno en el Ritz o en un mitin, que enumera y desglosa numerosas futuras promesas a los ciudadanos sin que piense cumplir ni una sola".

Pero no se preocupen que en lo que queda de mes hasta que se celebren las Elecciones europeas del 25 de mayo, campaña incluída, tendremos ración doble y triple de "susanadas". Nos vamos a hartar de escucharla prometiendo el oro y el moro a sus fieles seguidores que acudirán a los mítines de Elena Valenciano o de la andaluza Clara Aguilera, la sin par ex consejera de Gobernación y de Agricultura que se ha estrellado allá donde la han mandado y a la que, en última instancia, le han buscado el puesto décimo en la impresentable lista que el PSOE ha confeccionado para Europa. Ya verán como Susana, experta donde las haya en aprovechar las ocasiones en beneficio propio, soltará en algúno de sus mítines alguna píldora que tenga repercusión nacional. Y es que, como dice el refrán, la presidenta andaluza "no da puntada sin hilo" y tiene que prepararse el futuro, tanto dentro del PSOE como en la Junta, no sea que las encuestas que maneja su partido sigan augurándole que no alcanza ni de coña su soñada mayoría absoluta para desprenderse del socio indigesto en que se han convertido Maíllo y los suyos. 

Ya saben que yo no me creo a los políticos y pese a que Susana Díaz acaba de asegurar que agotará la legislatura y no convocará las elecciones andaluzas en otoño como muchos pensamos, todo está por ver y va a depender sobre todo si los socialistas logran recuperarse del último rubalcabazo. Susana necesita cuanto antes un respaldo popular que nunca ha tenido y creo que preferirá repetir su sociedad limitada con IULV-CA que esperar que su máximo oponente, el lider del PP-A, José Manuel Moreno, consiga hacerse un cartel público de conocimiento del que todavía carece. Los resutados del 25 de mayo van a ser claves.