¿Cómo definiría esta carrera electoral en este último día de campaña?
Yo llevo cinco años en campaña, no sólo los últimos quince días. Cinco años explicando que la UE se encuentra en la peor crisis de su historia. Una crisis que no ha sido un accidente, sino la consecuencia de una correlación de fuerzas escoradas como nunca a la derecha, con una clara mayoría conservadora en la Comisión, el Consejo y también en el Parlamento Europeo (PE). Por eso, en esa recta final lo que intentamos es movilizar a europeístas y progresistas para cambiar el rumbo de la UE y restaurar su modelo social, relanzando el crecimiento y el empleo. Debemos plantear una alternativa rotunda a esta mayoría conservadora que impuso el diagnóstico mentiroso sobre la crisis, pretendiendo que era el despilfarro público y no la especulación financiera y una estrategia disparatada lo que ha hundido a la UE en una recesión agónica que se salda con un incremento exasperado de las desigualdades sociales y una suspensión del modelo social europeo.
¿Qué ha llevado a la desmovilización de la izquierda, tradicionalmente más participativa?
Hay un proceso histórico que analizado durante años y sobre el que he escrito diversos ensayos y artículos de opinión. Lo cierto es que el acompañamiento ideológico de esta hegemonía conservadora en las dos últimas elecciones europeas ha venido dado por la desmovilización, la desafección y la antipolítica, todo lo cual no hace sino empeorar el mal que debemos combatir. La clara mayoría conservadora y el desvío a la derecha de las políticas europeas ha subvertido el modelo social europeo y la propia razón de ser de Europa, con unos presupuestos y un ciclo financiero plurianual decreciente --por primera vez en la historia-- en relación con el anterior. Por primera vez decrecen las políticas de cohesión, el Fondo Social Europeo, los fondos estructurales y las políticas de solidaridad, generando cada vez mayor malestar en las cases medias empobrecidas y en las clases trabajadoras vapuleadas por una Europa cada vez más tacaña, insolidaria e indeseable.
¿Cómo revertir esta dinámica?
Los progresistas debemos evitar que Europa siga cayendo en la irrelevancia y devolverle su razón de ser, el modelo social europeo, acabando con los recortes, mutualizando la deuda, y cambiando el papel del Banco Central Europeo (BCE) para implicarlo en el crecimiento y en el empleo. Es necesario una reforma fiscal europea, con especial atención a la lucha contra el fraude, la tasa de transacciones financieras, los impuestos ecológicos, la corrupción y la eliminación de los paraísos fiscales. Esa es la agenda de los socialistas europeos para cambiar las cosas que no nos gustan.
Lea también:
-
Especial: 'España, un país en elecciones' |
Así fue la campaña -
El PSOE cierra su campaña 'europea' intercambiando rivales: Valenciano carga contra Rajoy y Rubalcaba contra Cañete -
¿Qué les ha parecido a los españoles la campaña?
Si (
No(
