ERC se complica la vida tras su éxito electoral

Como las cosas van bien, también parece que controle las riendas del partido. Pero puede que no por mucho tiempo. Un gesto realizado ayer por Alfred Bosch, diputado de los republicanos en el Congreso, ha abierto la caja de Pandora en el seno de ERC. A Junqueras se le va a complicar la vida en el interior de su partido.

Bosch anunció el lunes que quiere ser el candidato de ERC a la alcaldía de Barcelona. Escogió para dar la primicia una plaza simbólica de la ciudad, la de la Mercè, ubicada a escasos metros de su casa. Bosch es el candidato del partido y así lo insinuó durante su intervención, aunque Junqueras ha sido lo suficientemente comedido para no darle apoyo de forma pública y explícita.

La jugada de Bosch y Junqueras pasa por repetir la estrategia de las europeas, cuando ERC formó cartel electoral con Josep Maria Terricabras y un ex socialista conocido por todos, Ernest Maragall. Es una fórmula, que ha resultado fructuosa, de ganarse a los votantes de un PSC que se desmorona. La idea sería ahora que Bosch concurriese a las municipales del año que viene formando tándem con otro ex socialista hoy convertido firmemente al independentismo, Toni Comín. Las encuestas internas juegan a favor de los republicanos: les auguran el segundo puesto en un Consistorio donde su presencia ha sido siempre puramente testimonial.

Una gran estrategia que sin embargo tiene un pero de consecuencias imprevisibles. Y es que la candidatura a la alcaldía de Barcelona ya tenía dos novios antes de que Bosch anunciase sus intenciones. Se trata de Jordi Portabella y Oriol Amorós, ambos quieren ser los representantes de una ERC en buenos tiempos en el Ayuntamiento de Barcelona y entre los dos controlan la federación del partido en la capital catalana. De como actúen Portabella y Amorós depende que a Junqueras no le estalle el partido en la cara como ya le ocurrió a uno de sus antecesores, Josep Lluís Carod-Rovira.

Portabella es hoy por hoy el único concejal de ERC en Barcelona. Corrían malos tiempos para el partido en las municipales de hace tres años y se le ocurrió salvar los muebles poniendo en su lista de número dos y como independiente al ex presidente del Barça Joan Laporta archiconocido por el público. Consiguieron esos dos asientos en el Consistorio, no más. Pero ahora, Portabella cuenta con el apoyo de todo un equipo que está a sus órdenes en el Ayuntamiento.

Cuando Junqueras tomó el poder en ERC, parecía que Amorós tendría un papel destacado en la nueva dirección. Pero no ha sido así. Poco a poco se le ha ido relegando. Amorós es diputado en el Parlament, pero controla la poderosa federación de ERC en Barcelona que está presidida por una persona de su confianza, Patricia Gomà.

El anuncio de que Bosch está dispuesto a luchar en unas primarias para ser el alcaldable de ERC en Barcelona ha caído como un jarro de agua fría sobre Portabella y Amorós, quienes estaban esperando el momento para repartirse el pastel. Portabella y Amorós no son íntimos amigos políticos, pero tal y como están las cosas no es descartable que presenten una candidatura conjunta para desbancar a Bosch. Y dada la fuerza que tienen en la federación barcelonesa de ERC tampoco es descartable que juntos o en solitario consigan ese objetivo.

Si Bosch no gana las primarias, para las que todavía no se ha redactado ni siquiera un reglamento, Junqueras tendrá su primer problema en el momento dulce de victoria que saborea, pues su candidato habrá perdido abriendo una brecha interna en el partido que puede ser muy difícil de cerrar.