Algo ha pasado

Lo primero reconocer que hay que darle la gracias al Rey Juan Carlos por su trayectoria en estos 39 años. Ha defendido con generosidad, contundencia y riesgo los intereses de la Dinastía que heredó de su padre. Esos intereses coincidieron, desde el principio, con los intereses de España y, desde ese punto de vista, repito, hay que darle las gracias.

Ahora señala, en su breve discurso, que la sociedad española reclama un cambio generacional. Es cierto. Desde hace meses barajaba la posibilidad de la abdicación, decisión que tomó en enero al cumpli 76 años. Hay verdad en ello, pero el día y el momento elegidos para anunciarlo llevan a la pregunta: ¿Qué ha pasado?.

Se anuncia un hecho tan trascendental con una crisis económica, con los principales partidos patas arriba y con una crisis institucional galopante. Y tras unas elecciones que, aunque con las características especiales de la europeas, han hecho que algunos les vean las orejas al lobo. Y, además, obligando al legislativo y al gobierno a sacar adelante a toda velocidad una Ley Orgánica que regule el proceso, ley que debía haberse hecho mucho antes y que "alguien" frenó durante tantos años.

Me cuenta un amigo que, a su juicio, han sido esas orejas vistas tras las europeas, han sido básicas para tomar la decisión pues, según su análisis, la Monarquía se puede encontrar en la próxima legislatura con unas Cortes no tan proclives y manejables. No digo que no haya operado esa reflexión, pero se observa una cierta improvisación en todo esto. Y cómo guinda el hecho de que el príncipe Felipe este a varios miles de kilómetros de distancia a no ser que se quiera apartar al futuro Rey de la vorágine del primer momento.

 ¿Cual ha sido el " pasillo de Dancig" - o como se escriba - que ha provocado esta decisión tan celosamente guardada? Esta pregunta sigue vigente. ¿Nuevos escándalos, tal vez? ¿Algún órdago dentro de la Casa Real?. Todo son especulaciones, pero poco más se puede hacer con los datos actuales.

PD. Me prometí al empezar a escribir estas líneas de alcance a no pronunciar la palabra República. Lo he logrado, pero no ha sido fácil.