www.diariocritico.com
La peste negra del siglo XXI

La peste negra del siglo XXI

sábado 11 de octubre de 2014, 10:21h

Ojalá y me equivoque y todo esto que se está liando por el ébola, el miedo a la gran epidemia mortal, sea un episodio tan pasajero como lo fueron las vacas locas, la gripe aviar y la A o el pánico al sida. Es lo que tiene lo de la globalización, internet y las redes sociales, que cualquier caso se expande por todos los rincones del mundo y puede provocar un pánico generalizado. Nuestra sociedad occidental, tan cómoda, rica y evolucionada, es muy dada a crear monstruos, sobre todo cuando esos monstruos saltan fronteras y amenazan con afectarnos directamente.

Desde hace años, más de treinta, todos conocíamos los mortales efectos del ébola en algunos países africanos. De hecho, muchos habremos visto alguna vez la película "Estallido" dirigida en 1995 por Wolgang Petersen e interpretada por Dustin Hoffman, René Russo y Morgan Freeman, pero era como observar algo que sucedía y que estaba escondido a miles de kilómetros y que nadie pensaba que podría alcanzarnos. Sin embargo ha ocurrido. El ébola ha traspasado las débiles fronteras que separan los actuales Estados y amenaza al todopoderoso y rico occidente, a la llamada sociedad del bienestar.

Hasta ahora nos importaba un carajo que en Guinea Conakri, Sierra Leona o Liberia, cayeran enfermas miles de personas y murieran más de tres mil (según las cifras oficiales de la OMS) muchos de ellos niños. Solo algunos misioneros y médicos sin fronteras se jugaban voluntariamente el pellejo tratando de combatir la epidemia, facilitando asistencia sanitaria y denunciando el abandono de las grandes potencias occidentales.

Con el ébola ocurre como con el hambre, que lo más que hacemos los ciudadanos de los paises desarrollados es dar un donativo o apadrinar un niño cuando vemos las trágicas imágenes de Etiopía o Jamaica. Con ello lavamos nuestra podrida conciencia. Pero si el hambre no es contagiosa, y de ahí que cada año mueran millones de personas, en su mayoría niños, por desnutrición, con el ébola no ocurre los mismo. Occidente se ve de pronto amenazado letalmente y no sabe como poner fronteras que impidan la propagación del contagio.

Eso sí, ahora los laboratorios farmacéuticos, que estaban cruzados de brazos mientras morían negros africanos, se han puesto las pilas tratando de encontrar tratamientos y vacunas para salvar a los ricos blancos europeos y americanos que son los que, al fin y al cabo, les pagan. Realmente ejemplar.

El ébola puede ser la peste negra del siglo XXI. Con una evidente diferencia. Si aquella pandemia que asoló Europa en el siglo XIV se cobró la vida de veinticinco millones de personas, ahora sólo bastaría con que fallecieran algunos pocos miles en Europa, menos de los que mueren a causa de la gripe, para que el pánico se lleve consigo las economías más florecientes y provoque una verdadera catátrofe social. Me da la impresión que esto no ha hecho más que comenzar y que, como no se encuentre pronto una vacuna efectiva, lo vamos a pasar todos bastante mal. No hay nada peor que la psicosis colectiva provocada por el bombardeo diario de noticias. Y si ahora le ha tocado el turno a una enfermera española, Teresa, es muy posible que en un futuro próximo lleguemos a sugestionarnos de tal manera con el posible contagio que muchos preferirán quedarse en sus casas.

Los medios de comunicación tenemos bastante culpa de esta psicosis. Las noticias, comentarios y tertulias sobre el ébola hace que la sugestión colectiva cobre cotas de pura paranoia. Y deben ser los gobiernos los que pongan coto a tamaño dislate facilitando información clara y veraz sobre lo que ocurre y evitando declaraciones extemporáneas como la de algunos ministros y consejeros autonómicos que no hacen sino echar leña al fuego del miedo colectivo.

Habrá que estar atento a los que ocurre no sólo en España sino, y sobre todo, en los paises centroafricanos de donde procede el ébola que han de ser los primeros en ser auxiliados por las todopoderosas potencias occidentales. Es atacando la raíz del problema, aportando medios y dinero, como podremos solucionar una crisis sanitaria sin precedentes que amenaza en sumirnos de nuevo en la época más oscura de la Edad Media con rogativas y sacrificios incluídos..

¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (2)    No(0)

+
0 comentarios