El 12-O se salda sin incidentes en Barcelona
domingo 12 de octubre de 2014, 14:47h
Dicen que cuando aprieta el calor, se encienden los ánimos. Hoy
hace un día de verano en Barcelona, pero la sangre no ha llegado al
río. Miles de personas se han congregado en la plaza Cataluña
llamadas por Sociedad Civil Catalana a proclamar su rechazo a la
independencia. La manifestación, mucho menos multitudinaria que la
secesionista del pasado 11 de septiembre, ha transcurrido de manera
festiva y sin incidentes.
Tampoco se ha producido problemas destacables en Monjuïc, donde
cada año por la Hispanidad se concentran grupos de ultraderecha. En
esta ocasión, han acudido a la cita unas 200 personas, que han
estado fuertemente custodiadas por los Mossos d'Esquadra. Los
manifestantes han tratado de quemar una bandera estelada, la insignia
independentista, pero la policía catalana se lo ha impedido.
Las medidas de seguridad eran extremas en diversos puntos de la
ciudad, porque en Cataluña los ánimos están a flor de piel y hoy
era uno de esos días en que las cosas podían haber estallado. Unos
jóvenes, por ejemplo, bajaban por la calle Balmes en moto con sus
enormes banderas españolas para unirse a la manifestación. Desde la
acera, otro grupo de chicos les ha gritado: "fachas, fachas,
ojalá os coja el ébola".
Episodios de este tipo empiezan a ser frecuentes en las calles de
Barcelona. Y esa es precisamente una de las quejas de Sociedad Civil
Catalana, la entidad organizadora de la manifestación, que fue
secundada por el PP y Ciutadans. El vicepresidente de Sociedad Civil,
Joaquim Coll, ha alertado contra la "tensión" que, a su
juicio, está provocando el intento de Artur Mas de celebrar un
referendo independentista el próximo 9 de noviembre: "dividir
un país no es una fiesta, es abrir heridas", ha señalado
mientras los manifestantes coreaban cantos como "Mas dimisión"
o "Mas, cabrón, España es tu nación".
Coll, un profesor de universidad que en los últimos meses se ha
erigido en la cara visible del unionismo, ha repasado otros
argumentos a favor de que Cataluña siga junto al resto de España.
Ha destacado que "Cataluña no pertenece a España, sino España
a todos los catalanes". Ha asegurado que el proceso
independentista "pone en peligro las libertades". Ha
lamentado que el Govern "se gaste lo que no tiene [nueve
millones de euros] en organizar una consulta que no se va a
celebrar". Y ha acusado a los independentistas que pregonan que
en una Cataluña independiente se vivirá mejor de "supremacistas"
y de "ingenuos".
Tras la intervención de Coll, otros miembros de Sociedad Civil
Catalana han desfilado por el escenario con discursos similares,
jaleados por un público que ha demandado la dimisión de Artur Mas y
cárcel para Jordi Pujol. El acto se ha cerrado con la gente puesta
en pie agitando sus banderas solemnemente mientras sonaba el himno de
España, algo que empieza a ser muy infrecuente en Cataluña.
De momento, la jornada se ha salvado sin incidentes, pero todavía
quedan unas cuantas citas callejeras, de uno y otro lado, en las
próximas semanas. El día 19 de este mismo mes, la Asamblea Nacional
Catalana y Òmnium Cultural han convocado a los independentistas para
presionar a Mas y tratar de obligarlo a que saque las urnas a la
calle el 9 de noviembre pese a la prohibición del Tribunal
Constitucional. El 9-N, tanto si se celebra una consulta sustitutiva
de la real como si no se hace nada, la alerta será máxima para
evitar enfrentamientos. Mientras, Sociedad Civil ya ha convocado a
los unionistas a celebrar el 6 de diciembre, día de la Constitución,
con otra manifestación en Barcelona. Machado resumiría así la
situación: "catalán que vienes al mundo, una de las dos
Cataluñas ha de helarte el corazón".
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