Una madeja cada día mas enredada
miércoles 12 de noviembre de 2014, 07:35h
De todos es conocido que el símbolo y lema de Sevilla es el NO madeja DO que Alfonso X El Sabio concedió a la ciudad por su fidelidad en su guerra contra su hijo Sancho. Bueno pues como la juez Mercedes Alaya siga
adelante con sus investigaciones sobre la corrupción política, el de la
Junta de Andalucía y el del PSOE va a ser a partir de ahora el "madeja
Do en bolas", ya saben, siguiendo jugando a los jeroglíficos, una
madeja, una nota musical y un par de pelotas. Porque de seguir a este
ritmo Alaya va a dejar al PSOE, a la UGT y a algunas instituciones
públicas sin personal cualificado. Cerca de doscientos treinta imputados
en el Caso de los EREs fraudulentos, unos cuantos más en el de los
cursos de formación falsos y ahora más de treinta detenidos en la
tercera parte de la Operación Madeja que ha recibido el curioso nombre
de Operación Enredadera. La próxima redada de la Guardia Civil en media
España por orden de Alaya, ya me lo imagino, se llamará Operación Ovillo
o quizás Laberinto, que cada día se complica más la trama de corrupción
urdida por los chorizos de la cosa pública.
Cualquiera que se
fije un poquito en las diversas causas que instruye la magistrada
astigitana soltaría aquella conocida frase de Obelix, "estos
romanos están locos" porque es como para volverse loco el trabajo que
está desarrollando la superjueza del Juzgado número 6 de Sevilla. Ella
solita con su inseparable troller, sin nadie que le apoye, sin apenas
ayuda y con la Administración andaluza poniéndole trabas un día sí y
otro también. Fijense como será la cosa que el Tribunal Superior de
Justicia de Andalucía, en previsión que le llegue finalmente la pieza
sobre los consejeros de la Junta imputados en los EREs ya ha pedido
refuerzos a la Junta porque dice su presidente, Lorenzo del Río,
que el alto tribunal andaluz no tiene medios para afrontar la
investigación. ¡Que curioso!, y la juez Alaya, a la que el TSJA quiere
recusar ¿sí los tiene? Vamos, anda, a otro con ese cuento.
Pero
ciñámonos a la Enredadera en cuestión que dejó boquiabiertos a todos los
sevillanos que pasaban por la Ronda y los Jardines Murillo contemplando
varios coches de la Guardia Civil estacionados en las puertas de la
Diputación Provincial y numerosos agentes entrando y saliendo con cajas
de la sede del Ayuntamiento de los Ayuntamientos, que es como la llamaba
su presidente Rodríguez Villalobos. En esta ocasión Alaya ha
obviado a los políticos de primera fila y ha ido por la segunda hilera
de corruptos, los funcionarios con mando en plaza que hacen y deshacen
entuertos diarios y cuyo poder para solucionar problemas o para crearlos
es absoluto. En este segundo nivel se encuentran la mayoría de los
asesores del partido que aconsejan al dirigente de turno. De hecho todo
esta operación la inició un asesor del ex alcalde de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín, un tal Domingo Enrique Castaños, implicado en el Caso Mercasevilla, y uno de los detenidos ahora es Antonio Miguel Ruiz Carmona, otro asesor del ex portavoz de IULV-CA en el Ayuntamiento hispalense, Antonio Rodrigo Torrijos, el zar de las mariscadas con cargo a las tarjetas visa oro de Mercasevilla.
Con
todo, mucho me temo que Alaya está haciendo rebosar el vaso de su
capacidad laboral por ingente que ésta sea. Todos tenemos nuestros
límites y por más que creamos que la superjueza tiene aun mucho
recorrido por delante, me temo que antes o después se va a ver obligada
por prescripción médica a ir abandonando al menos alguna de las
numerosas causas que instruye. O eso, o el día menos pensado le da un
infarto. Eso sí, ocurra lo que ocurra, lo cierto es que en estos
momentos no hay nadie que se merezca más la Medalla de Oro de Andalucía
que ella, por más que le fastidie a la superpresidenta Susana Díaz.