Se acerca el salto de Susana

Cuando hace unos seis meses el PSOE eligió a Pedro "Zapatero" Sánchez como líder del partido por una amplia mayoría, fuimos muchos los que dejamos constancia por escrito que se trataba simplemente de un recambio fugaz, de un intento de romper con los viejos mitos que habían dirigido al socialismos hispano en la transición, llámense, González, Guerra, Chaves, Bono, Griñán, Almunia, Borrell o Rubalcaba, para prepararle el terreno a la nueva generación que debería de haber tomado el relevo hace ya unos años. Ese relevo no podía hacerse con un borrón y cuenta nueva sino que había que elegir a un personaje político que diera la imagen pública de continuismo bienintencionado, tipo Zapatero, pero que, a la vez, renovase los cuadros de las distintas federaciones para prepararle el terreno al sucesor o sucesora que tomase definitivamente el timón del partido en la próxima década. Pedro "Zapatero" Sánchez, con su moderación y buenas formas, con su excelente imagen de actor de Hollywood, con su mensaje tibio y socialdemócrata, era la marioneta perfecta para hacer de muñeco de feria en la transición. Un muñeco que, casi con toda probabilidad será quemado en las Fallas de Valencia, allá por la primavera de 2015 si, tal y como apuntan todas las encuestas, el PSOE no logra remontar el zarpazo que le están dando los fantasmas de Podemos y no consigue hacerse con las alcaldías de las principales capitales españolas en las próximas elecciones municipales, arrebatándoselas a su teórico enemigo que, al menos en la práctica, no es otro que el PP.

Dicen las malas lenguas que la superpresidenta andaluza, Susana Díaz, ha instalado en el Palacio de San Telmo, sede de la Junta, y cerca de su despacho de la Presidencia, un amplio gabinete de asesores que le analizan diariamente todo cuanto ocurre en el panorama político español y que le indican cuáles deben ser sus movimientos para estar lo mejor colocada posible para dar el salto definitivo a Madrid. Como todos ustedes habrán observado, Susana se está dejando querer en espera de que el compañero Pedro se estrelle él solito. Por ello no plantea todavía guerra alguna, al contrario, reitera públicamente su apoyo al secretario general aunque siempre deja abierta cualquier otra posibilidad de presentarle batalla en unas primarias que decidan quién será el candidato socialista a la Presidencia del Gobierno. Y les aseguro que,sólo en la caso de que el PSOE tuviese alguna posibilidad de ganar las próximas elecciones generales, Susana daría el paso adelante. Si las encuestas continúan recortando puntos a los dos partidos mayoritarios en beneficio de los camaradas de Pablo Iglesias, Susana se mantendría escondida en Andalucía donde sí parece que tiene asegurada la mayoría suficiente como para seguir gobernando con ayuda de IULV-CA. El resultado del 24M, fecha de los próximos comicios municipales y autonómicos, va a ser clave para despejar lo que el futuro le depara a la ambiciosa rubia de Triana. Más le valdría a Sánchez que le dejara de tocar el moño a la andaluza porque se la está jugando con fuego.

De momento está jugando sus cartas a la perfección dejando que Pedro "Zapatero" Sánchez se queme con discursos contradictorios, mensajes confusos y propuestas dislocadas. Sabe que el tiempo juega a su favor y que, en el peor de los casos, seguirá ocupando el sillón de San Telmo al menos hasta 2016. Tiene diversos ases en la manga, como el de adelantar las elecciones andaluzas, y no cabe la menor duda que los utilizará en su momento para conseguir sus propósitos. Unos propósitos que, por más que venda en sus mítines, nunca tienen por qué coincidir con los intereses de los ciudadanos de la comunidad que preside. Susana es una especie de Llanero Solitario que va por libre y que solo busca asegurarse el mejor de los futuros políticos posible. Y ese futuro, digan lo que digan algunos de sus compañeros, pasa indefectiblemente por el Palacio de la Moncloa. A Susana Díaz hace tiempo que se le quedó pequeño el inmenso Palacio de los Montpensier.