Ashoka elige a los emprendedores sociales más innovadores

¿Qué puede hacer un funcionario de prisiones para reducir los índices de reincidencia de los presos? ¿Cómo puede combatir un hombre la violencia de género? ¿Cómo inculcar entre los escolares el 'gusanillo' emprendedor? ¿Qué hacer para luchar contra la despoblación rural? Estas son las cuatro preguntas de las que nacieron otras tantas iniciativas innovadoras que, además, pueden exportarse a cualquier lugar donde existan estos problemas. Cuatro proyectos que fueron seleccionados por Ashoka, una red mundial de emprendedores sociales, para participar en ella como proyectos con potencial para contribuir a cambiar el mundo.

Faustino García es un funcionario de prisiones que ha logrado transmitir confianza y valores en un entorno hostil: las cárceles españolas. Para ello, ha creado unidades terapéuticas y educativas donde los internos aprenden a vivir y a convivir, alejando ese entorno de su condición tradicional de "escuela de delincuencia", como él mismo lo define. Desde Villabona (Asturias), la prisión donde trabaja, el modelo está siendo exportado a otros centros penitenciarios de toda España, como la prisión de Aranjuez.

La lucha contra la violencia de género es la causa de Antonio García. "Tenía muchas preguntas y pocas respuestas: ¿por qué los hombres estamos tan desubicados? ¿Por qué vivimos la sexualidad de esta forma? ¿Por qué tenemos un papel secundario en la paternidad? Por eso decidimos crear un grupo y asumir nuestra responsabilidad en la lucha contra la discriminación sexual", explica. La reds se ha extendido por toda España y cuenta con hombres de todas las edades que desean aprender a vivir de otra manera, en clave de igualdad, con las mujeres.

José Manuel Pérez, 'Pericles', trabaja desde el Principado de Asturias por extender la cultura emprendedora en la sociedad. Se dio cuenta de que la sociedad no solo necesita emprendedores económicos que creen empleo, sino también otros que den respuesta a los problemas sociales. Por eso ha creado una cadena de formación de emprendedores que ya funciona en 11 comunidades autónomas, cuyas asignaturas ya han cursado más de 20.000 niños y adolescentes.

Por último, desde Amayuelas de Abajo (Ppalencia), Jerónimo Aguado ha impulsado un proyecto para luchar contra la despoblación de las zonas rurales, un modelo "insostenible" que hace casi imposible la supervivencia personal y profesional de los núcleos pequeños de población. La edad media de los municipios de menos de 2.000 habitantes supera los 65 años, y estos ocupan el 70 por ciento del territorio español. Por eso decidió recuperar un pueblo semiabandonado en Palencia apoyando a los pequeños productores y creando la red de Universidades Rurales Paulo Freire, que pone en marcha iniciativas parecidas a la de Amayuelas en otros lugares.

Ashoka, además de reconocer a estos cuatro emprendedores sociales, y con el apoyo de Fundación Grupo Norte, Fundació Un Sol Món y Grupo Vips, les financiará durante tres años para que puedan dedicarse "en cuerpo y alma" a sus proyectos, como explica María Zapata, directora en España de la red. "Es un estipendio para que puedan hacer despegar sus proyectos y consolidarlos, además de trabajar en red con nuestra red mundial, que les permitirá poner en común experiencias y conocimientos", expone. Gracias a los emprendedores sociales, asegura, "se puede cambiar el mundo".