'Antoni' Sanz, la brocha gorda y la 'Royal Rumble'

Recuerdo de pequeño, cuando la conciencia impide reconocer en Tele5 un continuo de basura apenas roto por los informativos, aquella pantomima de Pressing Catch. Saboreaba especialmente esos todos contra todos, aquel sindiós de la 'Royal Rumble'. Resistiré la tentación de buscar paralelismos de ningún candidato con el Enterrador o el Último Guerrero. ¿Quién sería Antonio Sanz? Lo que tengo claro es que hubiera combatido ayudándose de una brocha de gran calibre.

Antonio Sanz, el eterno número 2 del PP andaluz hasta que dejó de serlo, siempre de escudero de Arenas y Teófila, ha abandonado su puesto de la candidatura por Cádiz al Parlamento andaluz. Ahora es delegado del Gobierno central en Andalucía. Normal con un perfil tan 'institucional'... Cierto es que su antecesora, Carmen Crespo, ha sido probablemente la delegada que menos ha sabido comprender su lugar. Y ahora va de candidata por Almería, algo mucho más acorde con su perfil.

El caso es que Sanz, uno de los mayores virtuosos de ese 'gadget' tan de moda, la brocha gorda, ha decidido que en Andalucía no puede gobernar un tipo que se llama Albert y que tiene un partido catalán que se llama 'Ciudadans' (creo que no atinó a decir 'Ciutadans'). ¡'Collons' no tiene nada que hacer contra 'cohone'!  Y es que el gaditano Sanz es muy de generar concordias, muy delegado gubernativo 'per se'. Casi tan amigable como cuando el señor Albert vino a Málaga para decir que a los andaluces había que enseñarles a pescar.

Todos los partidos equivocaron sus tácticas al hablar de Podemos. Inflaron el globo. Y el PP, nervioso por la mordida de la formación naranja, está atizándoles cada vez más. Error. El mismo que cometería el PSOE siguiendo idéntica estrategia, dado que, en una segunda fase, Ciudadanos también les roba electores a ellos. Pintores tiene la cuadrilla...